CANTO RODADO
De Odollo a Manhattan
ramón carnicer nos lleva desde los carriles romanos de la cabrera a las calles de la ciudad que nunca duerme y de los años 60 a la realidad actual
El Centenario de Ramón Carnicer nos ha trasladado de Odollo a Manhattan en un santiamén. Del corazón de La Cabrera al pálpito de Nueva York. Y eso que Good Fly todavía no ha anunciado un vuelo trasnoceánico. Todo se andará. De momento, volaremos al Mediterráneo que, con la que está cayendo , no es poco. Vienen de Burgos, para demostrar que el aeropuerto de León tiene sentido.
La compañía fletará 360 vuelos y movilizará a 25.000 personas por la flamante terminal de La Virgen del Camino. Lo único que falta ahora es un autobús que comunique el aeropuerto con el centro de la ciudad. Una cosa lógica, que contempla el último contrato con la empresa concesionaria del transporte público en León y que nadie ha mandado poner en marcha, no sé si por desidia o por incompetencia.
Ramón Carnicer (Villafranca del Bierzo 1912-Barcelona 2007) nos ha puesto fácil ir de La Cabrera a Nueva York sin pasar por el aeropuerto y esquivando la carretera LE-7311, la que (in)comunica Corporales con Puente de Domingo de Flórez.
A la Europa de Merkel
En los tiempos de las vacas gordas no hubo dinero para esta carretera tortuosa, medio desecha por el tiempo y el peso de las pizarras que gigantescos camiones transportan para su exportación a la Europa de Merkel, la de los mercaderes. Ahora dirán que sería un dispendio gastar un euro, con la que está cayendo . Ramón Carnicer recorrió a pie La Cabrera en el año 1962 por caminos y veredas, cuando aún no existía la carretera. Donde las Hurdes se llaman Cabrera fue el libro que colocó en el mapa a esta comarca. Luego vino Martín Villa, hizo la carretera y a la gente le entró la enfermedad de marchar.
Convertir en ruta literaria y turística el viaje de Carnicer por la profunda Cabrera es una iniciativa brillante que daría sentido y visitantes a los proyectos que se impulsan desde Puente, Benuza, Castrillo, Encinedo e incluso Truchas que es paso obligado para quienes entren en La Cabrera desde Astorga y La Bañeza. Muchas otras se tendrían que hacer en la provincia, empezando por El río del Olvido , de Julio Llamazares.
Malo será que el alcalde de Encinedo y diputado provincial, José Manuel Moro, no consiga que Isabel Carrasco se ponga las botas de andar y se adentre en La Cabrera más lejana, siguiendo los pasos de Carnicer. Cuando pise la carretera, que es tan suya como el Palacio de los Guzmanes, se dará cuenta de que la provincia, en la LE-7311, está al margen del siglo XXI. Hoy es un buen día para darse una vuelta por La Cabrera Baja. Es la romería de Nuestra Señora del Valle, en Llamas de Cabrera donde el viajero Carnicer asistió a un bautizo memorable.
Volare, a Portugal
Después, sin necesidad de esperar a Good Fly, puede transportarse a Manhattan con otro libro de viajes estupendo que Ramón Carnicer publicó en 1970 y acaba de reeditar Cálamo. Nueva York. Nivel de vida, nivel de muerte atraviesa la Gran Manzana en 1968 en medio de las protestas por la guerra de Vietnam, la convulsión social y política por los asesinatos de Martin Luther King y Kennedy, las manifestaciones de estudiantes y la huelga de basureros. Un inquietante reflejo premonitorio de nuestra realidad actual, como apunta la profesora y esposa del autor, Doireann McDermott.
Esperemos que la presidenta no se encomiende a San con la que está cayendo , como hizo el PP, o sea, el consejero leonés Antonio Silván, que rechazó la propuesta del PSOE de catalogar como vía única los diversos subtramos de la antigua carretera entre León y Portugal y colocarla así en un lugar preferente en el plan de carreteras.
El PP dice que no se puede gastar más dinero en su arreglo porque circulan pocos vehículos. Y cada vez menos, si no se pone remedio. Silván, que inauguró la variante de La Baña cantando bajo la lluvia en 2010, lo fía todo a la futura autovía León-Braganza, suspendida en la nebulosa de la crisis. A este paso, a Portugal iremos en sueños, cantando con Domenico Modugno Nel blu, dipinto di blu . Volare .