‘The lovebox’
Artesanía para el iPhone
tecnologías
Pesa 850 gramos, el tiempo de descarga varía dependiendo del lugar del mundo donde te encuentres y está programada en madera de roble blanco. Si no fuera por estas particularidades, quizás The Lovebox podría ser una aplicación más en el universo que encierra la App Store.
El artilugio en cuestión, ideado por un grupo de creativos catalanes, transforma la cámara del iPhone permitiendo grabar en dos direcciones opuestas al mismo tiempo gracias a un pequeño espejo que se desplaza lateralmente sobre la robusta base. El invento nació el pasado verano, cuando Ignasi Giró y el resto de sus socios de Honest&Smile se propusieron grabar un documental sobre el amor. El escenario elegido fue París, una de las capitales mundiales del romanticismo. «Queríamos hacer algo muy intimista, algo muy sencillo», explica. Para lograrlo se decantaron por una sola cámara: la que incluye un iPhone 4. Nada más. Ni micrófonos, ni trípodes. Y en las entrevistas optaron por el formato café : dos personas sentadas frente a frente en una terraza para diseccionar, entre sorbo y sorbo, las entrañas de las relaciones sentimentales.
«Con todo esto, el reto era que queríamos grabar a los dos personas a la vez. Ver simultáneamente las reacciones y los gestos en cada pregunta y cada respuesta», relata Giró. Esta ecuación la acabó resolviendo su amigo Antonio Morales. Este arquitecto y diseñador de muebles acabó dando forma a las ideas del creativo en un prototipo «un tanto rudimentario» que solucionó el rodaje The Lovebox , nombre con el que también acabarían bautizando a la criatura.
No abandonar la idea
De vuelta a Barcelona, no quisieron «abandonar la idea» y acabaron elaborando una edición limitada de cien unidades que comenzaron a vender por Internet a 48 euros cada una. «Acabó de mandar otra a un cliente de Pasadena (California) que ya compró una hace dos semanas», comenta Giró al preguntarle donde han terminado cada uno de los encargos. Los paquetes salpican diversos puntos del planeta: hay al menos una Lovebox en puntos tan distintos como Australia, Noruega o Estados Unidos. La casualidad quiso que el primer encargo lo realizase el humorista Berto Romero, conocido por su papel como cómico escudero del televisivo Andreu Buenafuente.
Ahora ya trabajan en un nueva entrega. Seguramente sus dimensiones serán menores para poder facilitar su uso en cualquier lugar, pero mantendrá esa genética vintage , a caballo entre lo moderno y lo tradicional, que Giró considera «clave» para que sorprenda cada vez que alguien lo conoce. «Estamos en mundo hipertecnológico, que nos gusta mucho, pero que también nos satura. Por eso cuando, sin salir de ese círculo técnológico, nos encontramos con algo tan básico nos llama tanto la atención», analiza el creativo. No en vano uno de los lemas del vídeo con el que promocionan «este montador manual de vídeos» es: ‘El accesorio con la tecnología más básica para el teléfono más con la mayor tecnología».
El catalán sugiere que The Lovebox permite maximizar las posibilidades de Instagram y todo el torrente de aplicaciones fotográficas disponibles para el iPhone 4 o 4S, únicos módelos compatibles por el momento.