El imaginario de papel hecho libro
Manuel Sirgo Álvarez no pudo ocultar la habilidad que despuntaban sus manos cuando, desde bien crío, comenzó a hacer papiroflexia, y no sólo a la hora de plegar hablamos. Su dedicación a la docencia en el Colegio Divina Pastora de León la compagina con la de crear e inventar figuras, basándose en modelos reales, que regalaba a sus amigos o ponía de adorno en casa. Fue en el 2002 cuando, en una convención donde nadie le conocía, mostró un montón de sus creaciones, «me dijeron que aquello había que publicarlo y así me embarqué en la aventura de escribir mi primer libro: ‘Papiroinsectos’», explica Sirgo. El segundo libro, ‘Imaginando en papel’, llegó en el 2006 y continúa con nuevos proyectos, «ahora tengo en mente una nueva publicación para formar a monitores de talleres de origami».
Y es que, aunque parezca mentira, a este vallisoletano afincado en León desde hace más de 20 años aún le queda tiempo para más. Manuel fue presidente de la Asociación Española de Papiroflexia durante los últimos cuatro años y actualmente imparte talleres en verano por los pueblos de la provincia.
A nivel nacional son en torno a 400 asociados, sin embargo «los libros de origami desaparecen de las tiendas», cuenta Sirgo, —que ha hecho seguimientos en algunas librerías leonesas—; señal de que los aficionados a este arte son muchísimos más. «Aunque Japón es el referente en papiroflexia —fue su divulgador a nivel mundial—, en la Península hay muy buenos creadores que les hacen sombra a los nipones», afirma el profesor. Pese a ello, añade, «es de ese aura especial de Japón del que todos los seguidores aprendemos».
Es curioso, la repercusión de este arte es mucho más grande de lo imaginado. A nivel mundial, origamistas de todos los rincones contribuyen con diversas causas humanitarias a través de actividades solidarias. La ‘Origami Caravan’, por ejemplo, recorre diferentes países con el fin de recaudar fondos para los huérfanos de Fukushima. «Es un mundo muy pacifista», sostiene Manuel, quien también subasta algunas de sus creaciones para fines benéficos. Esta es la tónica del ‘Día de las mil grullas por la paz’, mil grullas de papel que se subastan en numerosas ciudades del mundo en favor de la paz.