mundo cromático
Colores y estados de ánimo
El rojo denota pasión, El blanco tranquiliza y El azul mejora el rendimiento. Los pigmentos influyen en la forma de actuar, pensar y sentir
Además de certera, la frase del poeta Ramón de Campoamor de que «nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira», la respaldan algunas investigaciones científicas y los expertos en el empleo de los colores para aliviar los males del cuerpo y la mente.
Las expresiones «esto pasa de castaño oscuro», «tenerlo negro» o «verde esperanza», tienen fundamento, ya que «el color no sólo influye en la imagen que damos, sino que también refleja nuestra salud y emociones y a la inversa es capaz de modificarlas», señala el doctor Miguel Pros Casas, cofundador de la Asociación Española de Médicos Naturistas (Aemn).
Según Pros Casas, autor del Manual de Medicina Natural , «el color influye en el comportamiento y el humor de la persona y ejerce un marcado efecto fisiológico, y existe una relación entre las preferencias en materia de colores y el carácter de las personas. El color no es más que luz, la luz es energía y la energía puede activar o sedar».
El hecho de que cada persona tenga su color favorito, de que pocos puedan descansar en una habitación pintada de rojo o vestir con ropas oscuras a un recién nacido, que las preferencias por los colores varíen a lo largo de la vida, muestran la influencia del color en nuestra vida, según Pros Casas.
La elección del color del coche puede indicar el carácter de su dueño: «Los colores rojo, negro y amarillo son los más elegidos por la gente extravertida y agresiva; el blanco, el gris o el azul son los preferidos por los introvertidos y nada agresivos», según un estudio de la psicóloga Margarita Ballesteros.
Investigaciones de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) española, indican que la edad, clase social y uso final que se da al coche condicionan la elección del color del vehículo que se adquiere.
De acuerdo a Faconauto, los tonos oscuros indican elegancia y sobriedad, y en el mundo del motor, se traducen como «estatus de poder». El tono gris transmite elegancia, respeto, distinción y un «cierto estilo y gusto por lo futurista», mientras que el blanco suele preferirlo el conductor práctico que busca el mejor precio.
Rojo, el gran estimulante
La gente optimista tiende a elegir tonos brillantes y metalizados, mientras que los rojos y azules suelen ir asociados a los motores más potentes, principalmente en deportivos, y atraen a los conductores más rápidos y enérgicos, según Faconauto.
Aunque las repercusiones varían según la persona, según explica el Manual de Medicina Natural (MMN) el rojo estimula y activa la vitalidad, estimula el hígado y el bazo, ejerce un efecto beneficioso sobre la depresión o el decaimiento, sobre las bronquitis crónicas, es favorable para los casos de digestiones lentas o perezosas (estreñimiento).
Por su parte, el amarillo genera energía para los músculos, estimula la mente, aumenta la capacidad de aprendizaje, se indica para las personas introvertidas, incrementa las capacidades vitales, refuerza el sistema nervioso y la secreción de la piel, mientras que el naranja es alegre y estimulante, aumenta la energía vital y activa el sistema respiratorio.
Según el MMN, el verde es sedante y calmante, reduce los ritmos biológicos estimulados en exceso, y ayuda a aliviar los ataques de nervios y dolores de cabeza, en tanto que el azul es relajante, contribuye a disminuir la tensión nerviosa, a eliminar las ideas obsesivas y a conseguir una mejor estabilidad emocional.
De acuerdo a Pros Casas, el color violeta mejora la autoestima y la dignidad, actúa como equilibrador de los desórdenes nerviosos y mentales, reduce el ritmo cardíaco e induce el sueño, mientras que el blanco, es beneficioso para todo tipo de desórdenes y un poderoso protector general.
Un reciente estudio de científicos de la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, ha demostrado que los ambientes en lo que predomina el rojo vuelven a las personas que los frecuentan más precisas y aptas para tareas que requieren el empleo de la retentiva y la atención, como por ejemplo la corrección de un material escrito.
La creatividad es azul
En cambio si lo que se desea es fomentar o aumentar la creatividad, conviene trabajar y moverse en entornos de color azul, el cual es el más indicado para lograr buenos resultados en situaciones como «una tormenta de ideas», según los autores de la investigación realizada entre 600 personas.
Científicos alemanes, dirigidos por doctor Ludger Tebartz van Elst, aseguran que la depresión altera la visión y el contraste con el que se perciben los colores, lo que provoca que la gente que la padece vea el mundo literalmente más gris.
Otros estudios han demostrado que el color de los juguetes puede influir en el temperamento y personalidad del niño.
Según el médico pediatra Jordi Mateu, «los juguetes rojos generan dinamismo e incitan al movimiento en los niños y, por ello, se recomiendan para niños más bien tranquilos que necesitan actividad».
En cambio, los juguetes de color azul parecen favorecer la relajación, ayudan a dormir y se aconsejan a niños activos e irritables, mientras que los amarillos ayudan a concentrarse y desarrollar la inteligencia en infantes con dificultades de concentración. Los de color naranja denotan alegría y fomentan la actividad, por lo que son más adecuados para los pequeños que viven una etapa de tristeza.