El coste de un embarazo estrella

Las famosas son mortales, aunque se empeñen en demostrar lo contrario. Hace unos días salieron a la luz unas fotos de la cantante y actriz estadouidense Jessica Simpson. En ellas quedaba claro que, tras dar a luz en mayo, aún no ha conseguido recuperar su peso. La artista, que dice «no sentirse presionada para bajar kilos», ha firmado un contrato con la empresa Weight Watchers (literalmente vigilantes del peso) por la que se compromete a seguir su dieta a cambio de 4 millones de dólares.

Jessica no es la primera en firmar este contrato con la empresa dietética, ya que la ganadora del programa American Idol , Jennifer Hudson, también decidió ponerse en sus manos.

Otras ‘celebrities’ también han tenido problemas para volver a la línea perfecta. Penélope Cruz, tras dar a luz en enero a su hijo Leo en la lujosa clínica Cedars-Sinaí de Los Ángeles, engordó 14 kilos. Y reapareció solo un mes más tarde en la gala de los Óscar, con una figura notablemente más esbelta. Peor es el caso de su amiga Salma Hayek, que tras el embarazo engordó veinte kilos que logró quitarse tras una estricta dieta e intensas tablas de ejercicios. Jennifer López, después de dar a luz a sus gemelos Max y Emme, engordó 23, sobrepeso que se quitó en parte gracias a la televisión: en la pantalla retransmitían una carrera de triatlón, por lo que la cantante decidió entrenarse duramente para poder participar en uno.

Hay otras famosas para las que la maternidad no es ningún problema. Es el caso de Angelina Jolie, que hace unos días declaró que le resultaba «muy fácil» ser madre. «Me resulta extremadamente sencillo cuidar de los niños», declaraba en un reportaje para la revista OK! .