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Publicado por
fernando mañueco
León

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El polémico economista, y quizá por ello muy seguido, Nouriel Roubini continúa en sus trece. Se ha hecho fuerte en su papel de ave de mal agüero. Cree que el gran desastre llegará el próximo año, cuando se produzca una extraña conjunción de factores. No se sabe si será una conjunción planetaria como la que anunció en su momento la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, por la coincidencia de Barack Obama al frente de EE.UU. y José Luis Rodríguez Zapatero como presidente de turno de la UE.

Según Roubini, todas las grandes economías se desacelerarán de forma notable a un tiempo o incluso se frenarán en seco. Además, pronostica que aumentará el riesgo geopolítico y empeorará la crisis de la deuda de la zona euro. En el 2013 la situación, si se cumplen estas predicciones, puede ser el acabóse. La tormenta perfecta que vaticina Roubini puede producirse si se dan la mano cuatro circunstancias muy concretas. El estancamiento económico en EE.UU., la falta de soluciones a la crisis de la deuda en Europa, la desaceleración de las economías emergentes, con China en la pista central, y un posible conflicto militar en Irán.

De momento, lo cierto es que se está enfriando la actividad económica tanto en Estados Unidos, como Europa y en China. También Brasil empieza a dar ciertos síntomas de cansancio tras un crecimiento muy sólido en los trimestres anteriores. Los nubarrones son cada vez más negros. Por eso cada día se especula con la posibilidad de que la Reserva Federal tome de nuevo medidas drásticas y lance un nuevo programa de expansión cuantitativa. Un QE3 que debería encaminar definitivamente la economía estadounidense por la senda del crecimiento sostenido.

En Europa... En Europa todos los países se pasean por el mismo borde del abismo sin que nadie sea capaz de guiar al Viejo Continente a la tierra prometida, como hizo Moisés con el pueblo hebreo. Los políticos están empeñados en reducir gastos hasta la extenuación, lo que provoca un pesado lastre al crecimiento económico. Hoy en día, en Europa muchos países incluso darían por bueno un estancamiento económico, ya que se encuentran en plena recesión.

Según ha expresado Roubini de una manera muy gráfica, las grandes economías se están quedando si opciones, «ya no tienen conejos que sacar de la chistera». Roubini, para completar su papel de agorero clarividente, considera que Finlandia saldrá del euro antes que Grecia. Pero hay esperanzas de que Roubini no acierte en sus negras predicciones. Se puede romper el círculo vicioso. Si Estados Unidos y China consiguen reanimar su actividad económica, Europa y Brasil lo harán tras ellos y el mundo entero podrá volver lentamente a una nueva fase de expansión. Pero hace falta que los grandes bancos centrales actúen con decisión y tomen medidas drásticas. No es el momento de las medias tintas.