Diario de León
Publicado por
enrique vázquez
León

Creado:

Actualizado:

Un especialista en mercadotecnia electoral dijo una vez en mi presencia que hoy por hoy Manuel Azaña no podría ser candidato por razones de imagen: sus verrugas le vetarían. Tal es la importancia que se atribuye a la condición externa, a la apariencia y la apostura del aspirante, que va a ser difundida sin tregua por los medios y singularmente los audiovisuales. Hoy eso, que parece discutible, se ha convertido en algo aún más sutil: el candidato debe caer bien al público y resultar constructivo y confiable, no adusto y problemático.

Se supone que en estos registros, Barack Obama va un poco por delante de Mitt Romney y que le ha ayudado mucho en los tres últimos días su esposa Michelle, que entusiasmó a los presentes en la Convención demócrata de Charlotte el miércoles. El discurso de aceptación de la candidatura de su marido 48 horas después aún mejoró el entusiasmo de la asistencia y según los rápidos análisis de las empresas de comunicación o de sondeos, el conjunto resultó algo mejor que lo de Tampa para los republicanos. Nada de esto, sin embargo, será realmente decisivo para el voto de noviembre.

Las encuestadoras norteamericanas, pioneras en el oficio, han llegado a un alto grado de eficiencia y sus juicios son seguidos como instrucciones imposibles de ignorar, por no hablar del impagable trabajo que para el gremio periodístico hace RealClearPolitics desde Chicago reuniendo, explicando y analizando los sondeos. La conclusión provisional de estos observadores es que Obama es mejor candidato, en el sentido general de más votable, más cálido y cercano que Romney.

El mensaje de Obama el viernes noche fue modélico en este contexto, como lo había sido cada uno de sus gestos, cuidadosamente montados y administrados por sus asesores, un hombre constructivo, en forma y apuesto… y sin verrugas. Eso, sin embargo, no garantiza el éxito, pero por lo visto ayuda mucho. El gran Oliver Cronwell, ordenó a un vacilante pintor de la corte que se disponía a retratarle que lo hiciera como era, con todo y verrugas…Pero entonces, como en los días de Manuel Azaña, no había televisión.

tracking