Por favor, un ‘retuit’

Twitter no distingue entre el presidente del Gobierno de los Estados Unidos y usted. La red social de los 140 caracteres posee la virtud de igualar en su muro a todos los usuarios, ya sea un cantante famoso, un chófer de autobús o un futbolista del Real Madrid. La única barrera que existe es la predisposición de una de las partes a responder al mensaje o a hacerse el sueco.

Esta facilidad de interacción es la que permite a sus usuarios pedir, por ejemplo, una felicitación de cumpleaños a Santiago Segura o un ‘beso virtual’ a Lady Gaga. Que estos hagan caso ya es otra historia.

Las causas solidarias también han sabido sacar partido a esta ventaja, la de convencer al famoso de turno para que la petición de ayuda se extienda entre sus seguidores gracias a su influencia. La repetida frase ‘por favor RT (retuit)’ se podría traducir como ‘comparte este mensaje con todos tus contactos’, y claro, si el que ‘retuitea’ tiene 100.000 seguidores, por ejemplo, todos estos podrán leerlo.

De unos a otros, sin parar

«Que alguien como Iker Casillas o Iniesta te retuiteén es conseguir que tu mensaje llegue a más de diez millones de personas, y eso sin contar las que vuelven a retuitearlo», explica Jorge González, gestor de comunidades del proyecto ‘Champions for África’, una iniciativa que pretende recaudar fondos para el tratamiento infantil en Malí.

La efectividad en estos casos consiste en saber sintetizar el mensaje ajustándose al máximo de 140 caracteres permitidos, pero que no por ello deje de tener un contenido que llame la atención. Sin embargo los ‘tuits’ son chispazos que pasan desapercibidos dentro de la vorágine tuitera.

Con 340 millones de mensajes al día solo unos elegidos tienen el privilegio de ser recordados, Fenómeno o una moda pasajera, detrás existen historias humanas, a veces trágicas. El caso del joven futbolista Aléx Meiras, de 14 años, nunca hubiera salido publicado en los periódicos de no ser por la repercusión que tuvo su historia en la red. Merias se desplomó mientras entrenaba con su equipo, el Pontevedra juvenil. La rápida intervención de su entrenador que tenía en la mochila unas cánulas de Guedel (instrumento que favorece la reanimación) le salvó la vida. Su caso hubiera pasado desapercibido de no ser por los ‘retuiteos’ de futbolistas famosos que consiguieron reabrir el debate sobre la obligatoriedad de disponer de un equipo médico adecuado hasta en los equipos infantiles.