Nintendo
Una evolución tranquila
tecnologías
Hay denominaciones de origen que a día de hoy son categóricas e inapelables. Cuando se habla de videojuegos es inevitable señalar a Japón como la cuna de una de las industria de contenidos más potentes del planeta, utilizada desde hace más de dos décadas por el propio Gobierno nipón como cadena de transmisión de su sociedad por Occidente.
Buceando en el colectivo imaginario es probable que más de uno se encuentre entre sus recuerdos con una de esas viejas Gameboy, con unas medidas que hacían imposible encajarla en el bolsillo del pantalón, que después de tantos años sigue siendo el buque insignia de Nintendo, el gigante que lleva dictando los designios del sector desde hace más de un cuarto de siglo.
Bajo su paraguas han tomado forma los personajes más carismáticos del mundo digital. Figuras como Mario Bros o Zelda son los mejores embajadores que la empresa presidida por Satoru Iwata ha enviado a los confines de Europa y América. Por no hablar de Pokémon, esa extensa fauna de 649 extrañas criaturas, convertido en un fenómeno desde su nacimiento y que estrenará dos nuevos títulos juego ( Pokemon Blanco y Negro 2 ) el próximo mes en España.
Cambios en 16 años
Han pasado 16 años desde el nacimiento de una saga que ha transcurrido en paralelo a la evolución de la consola portátil de Nintendo, que se ha renovado un buen puñado de veces. En verano estrenó su versión 3DS XL que, además de ser considerablemente más grande, mejora la posibilidad de jugar en tres dimensiones sin gafas y profundiza en experiencias como la realidad aumentada.
«Lo que está pasando es que se están difuminando las fronteras entre el mundo real y lo virtual», comenta Unno Takao, uno de los directores de Game Freak, el estudio que se alió con Nintendo para dar luz a Pokémon y con el que comparte muchos de los derechos de la franquicia. «A nosotros la realidad aumentado nos ha permitido que la aventura tenga recorrido en el mundo físico», añade.
El juego busca ahora redefenir el modo de emparejar a sus jugadores permitiendo partidas en la que podrán competir con un centenar de usuarios al mismo tiempo. Sus creadores definen su creación como una herramienta de «comunicación», reforzada por los avances de la plataforma. «Uno de los conceptos siempre ha sido el intercambio de personajes y eso sirve para comunicarse. Hace años se hacía con el cable y ahora con el wifi», afirma Junichi Masuda, involucrado con la marca desde el primer título de Pokémon.
El lanzamiento llega en una momento crucial para Nintendo. No han podido esquivar el envite de una pegajosa crisis y han sufrido las primeras pérdidas anuales (402 millones de euros) de su historia. Aunque muchos consideran que el futuro pueda pasar por ‘smartphones’ y tabletas, es una idea que no germina en la compañía. Iwata, preguntado en cientos de ocasiones por el tema, ha llegado a comparar la amenaza de los dispositivos móviles con «la popularización del ordenador» cuando muchos preconizaron el fin del negocio.