Animación digital
Creadores de lo ‘imposible’
El leonés Juan Carlos Mostaza forma parte de un equipo de ‘artistas’ de la creación digital y en tres dimensiones. Su último trabajo, ‘Family Tales’, dirigido al público infantil, ha despertado el interés de más de 40 de las más prestigiosas cadenas y productoras del mundo
Si la imaginación no tiene fronteras, la animación digital pocas. Sólo es necesaria una mente brillante, un profesional inquieto, una cabeza creativa que produzca la tormenta infinita de ideas que acabará convirtiéndose en una producción cinematográfica o en una serie de televisión. En Juan Carlos Mostaza confluyen estas cualidades. De la mano de este realizador y, a su vez, productor leonés han surgido dos empresas —La Catedral y Little Room— y varios trabajos premiados internacionalmente, así como una producción de dibujos infantiles —bajo el título Family Tales (Cuentos Familiares) — que ha triunfado en el mercado mundial.
Trabajo, paciencia y persecución de un sueño, claves que han llevado a este joven a lo más alto en el ámbito de la imagen en 3D y los efectos especiales en el cine y la televisión. Mostaza es licenciado en Ingeniería Informática por la Universidad de León, «hay un momento en la vida en el que tienes que decidir entre aquello por lo que sientes realmente pasión o eso que simplemente te gusta y tiene más salidas laborales. Por eso cursé esa carrera, a veces he sido demasiado racional», explica. Estos estudios le dieron a Juan Carlos la formación necesaria para dominar el campo tecnológico y digital y trasladarlo así a la pantalla, su verdadera afición. «Poco a poco me di cuenta de que todo lo que hacía en la universidad lo enfocaba hacia lo audiovisual y cinematográfico. Al terminar me pregunté: ¿Dónde confluyen ambos campos? La respuesta fue la animación en 3D y los efectos especiales, así que, siendo informático, metí la cabeza en el cine», argumenta el joven realizador y productor.
No hay duda de su talento. Con tan sólo 33 años, tres de sus cortometrajes – Broken Wire , Casitas y Tiempo — han participado en unos 300 festivales de todo el mundo, obteniendo más de 100 premios internacionales, incluida una nominación a los Goya y una preselección al Oscar. Del esfuerzo de Juan Carlos y su equipo de Little Room —empresa dedicada a sacar adelante producciones propias y en la que trabaja con el berciano Pablo López— ha nacido su último trabajo de animación para niños, Family Tales , que da un giro de tuerca a los cuentos ‘de toda la vida’ y que promete alcanzar el éxito tras haber despertado el interés de más de 40 de las productoras de mayor renombre a nivel internacional en la última edición del Cartoon Formu. Celebrado la semana pasada en la ciudad de Toulouse (Francia), «es el certamen de series de animación más importante de Europa y uno de los primeros del mundo», explica Mostaza, que afirma que « Family Tales fue el producto más aclamado de entre los cerca de diez españoles presentados y uno de los 20 primeros del total». «Hemos empezado fuerte. Las perspectivas eran buenas después de haber sido uno de los 60 proyectos seleccionados para su exhibición de entre una oferta de alrededor de 600 títulos procedentes de los cinco continentes, pero haber recibido 41 intereses es mucho mejor de lo que esperábamos. Estamos muy contentos», detalla emocionado el director leonés, actualmente afincado en Madrid. Y no es para menos, la salida al mercado de un producto de animación es un proceso largo y muy caro y las prestigiosas y gigantes Walt Disney o la BBC inglesa podrían ser algunas de las interesadas en el trabajo de este paisano . «Es necesaria una financiación internacional. Por eso, eventos como el Cartoon Forum permiten encontrar grandes inversores. Ahora es una etapa de negociaciones y de llegar a acuerdos con las multinacionales sobre dónde, cómo y con qué recursos se producirá la serie. No sólo queremos que salga adelante el proyecto, nuestro objetivo es que la producción sea en España, pues crea puestos de trabajo y trae dinero aquí», explica Mostaza. «Claro que, la realidad es complicada. Somos el socio minoritario y al lado de la multinacional… ya se sabe quién es el que más manda».
Nacer y crecer
Juan Carlos Mostaza, que complementa su trabajo impartiendo algunas horas de clase en la universidad de Madrid, también fue profesor de la Escuela de Cine de Ponferrada, donde conoció a su alumno Pablo López, que hoy forma parte de su equipo profesional. Mostaza es cofundador de dos empresas. La Catedral —debe su nombre al máximo monumento de León y cuya web es www.lacatedral.es — está dedicada expresamente a la realización y ha recibido encargos para cine y televisión de prestigiosos clientes como el Gobierno, TVE, Antena 3 o La Sexta, entre otros. «Hacemos trabajos de posproducción digital y efectos visuales y en 3D. Se trata de cubrir un servicio, el usuario nos presenta, por ejemplo, un spot publicitario, con un guión impuesto, y nosotros creamos con el ordenador la parte requerida», comenta. De su constante inquietud nació Little Room ( www.littleroom.es ), dedicada a sacar adelante producciones propias. «Los socios (Pablo López, Christian Pulido, antiguamente Manu Ruperez y el propio Juan Carlos Mostaza) somos personas jóvenes, creativas y con la mente dándole vueltas a nuevos proyectos. Eso nos llevó a crear esta segunda compañía, con la que pretendemos no sólo crear contenidos sino todo el merchandising que llevan alrededor (juguetes, aplicaciones, videojuegos, ect). Además, incluimos un episodio piloto para que los inversores no vean la serie como una idea escrita en papel sino como algo ya audiovisual».
Horas de estudio, reuniones y esperas ante el ordenador hacen que pequeños seres , animales o príncipes cobren vida. Eso, Mostaza y su equipo, lo saben bien. El proceso de creación y producción es largo y lento. «Desde que nació Family Tales hasta que alguna de sus escenas vieron la luz pasaron alrededor de dos años», afirma el cineasta leonés. Los cuatro socios principales de Little Room —dos con formación más cinematográfica y otros dos más cerca de la creatividad publicitaria— conforman un excelente caldo de cultivo para que surjan ideas. «Podemos tener hasta cien, que con el filtro del tiempo se reducen a tres, las que acabarán desarrollándose para luego intentar vender», cuenta Juan Carlos. Tras elaborar decenas de versiones de guiones para cada episodio —«se le da mil vueltas hasta el definitivo»— se elabora «una biblia» (documento) que recoge detalle por detalle las características de los personajes, su psicología o los mundos en los que se mueven. «Los bocetos hechos a lápiz ganan volumen y cobran vida en 3D después de una criba tras pruebas de animación, color o ritmo. No todo lo que funciona en el papel lo hace en la pantalla», comenta el productor leonés.
Juan Carlos es consciente de la calidad de su trabajo, pero, modesto, asegura que no sabe ni dónde se imaginaba hace años. «Son cosas que se hacen paso a paso y llegas no donde puedes sino donde te dejan». Sobre León —reflexiona— «debemos quitarnos ese estigma de pueblo, pues tiene profesionales como la copa de un pino en todos los sectores, falla la mentalidad». La Catedral, de Mostaza, abrió su primera sede en León, «pero en más de un año recibimos una sola oferta de trabajo de todo Castilla y León. La necesidad nos hizo trasladar la empresa a Madrid. Y, entonces, adivina, ¡comenzaron a llamarnos para proyectos en León! —comenta irónico— Parece que, en las ciudades pequeñas, siempre buscamos la calidad fuera infravalorando lo propio».
A pesar de que la industria de la animación pasa uno de sus momentos más complicados, Juan Carlos y su equipo seguirán escurriendo neuronas por crear maravillas audiovisuales.