eurovegas
No es oro todo lo que reluce
Múltiples incógnitas rodean aún a este proyecto faraónico, empezando por cuál será el origen de la inversión de 17.000 millones necesaria o los cambios legales que se deberán efectuar
A simple vista, Eurovegas es un macroproyecto que traería a España, sobre todo a Madrid, 260.000 empleos y una inversión de 17.000 millones de euros, aunque no hay cifras oficiales. Suena a música celestial en esta crisis que parece no tener fin. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.
¿Qué hay detrás? Es difícil que lleguemos a conocer las variadas condiciones que el multimillonario estadounidense de origen judío Sheldon Adelson ha puesto, porque las negociaciones se han hecho sin luz ni taquígrafos, y los responsables políticos (de la comunidad de Madrid y el Gobierno central) se limitan a declarar, de puertas afuera, que están dispuestos a escuchar cambios «razonables» en algunas leyes... sin más. La visión simplista es que el macrocomplejo que se va a construir —el municipio de Alcorcón es, a priori, el favorito para albergarlo— contará con 12 complejos vacacionales y 3.000 plazas hoteleras cada uno.
La idea es dar cobijo a los visitantes de los seis casinos que se van a construir, y a quienes se entretendrá, además, con teatros, restaurantes de lujo, atracciones, museos, tiendas, tres campos de golf o centros de convenciones. Adelson es experto en ello. Muestra de ello, sus obras en Macao o Singapur, las dos con beneficios, ...las dos polémicas por el halo de corrupción que las rodea.
Desde un principio surgieron detractores. Hasta se ha creado una plataforma llamada ‘Eurovegas no’, que centra sus quejas en la «aberración» medioambiental de una obra casi faraónica como esta, sin olvidar el posible blanqueo de dinero o la prostitución que siempre rodea al juego. Aunque también ha surgido el recelo de los centros de convenciones que hay en la capital o los que ponen a disposición los propios hoteles madrileños. ¿Será una competencia desleal? ¿Les dejarán vacíos? Las previsiones son que cada año pasen por este complejo unos nueve millones de turistas, que gastarían 15.500 millones de euros.
Pero, por ahora, son las cuentas de la lechera. Como explica el profesor de Marketing de Esade, Gerard Costa, se deberán buscar inversores, dado que Adelson solo pone «seguro» el diseño del proyecto y, «como mucho», un tercio del capital inicial. Con el panorama actual de la banca —algunas entidades, como el Santander, ya han adelantado que no les interesa entrar en ese tipo de negocios—, ¿dónde se puede encontrar el dinero que se necesita? Pues evidentemente en el extranjero, en los recurrentes fondos árabes o, con mayor probabilidad, en los países del Este (Rusia a la cabeza).
Horizonte al 2015
Además, las previsiones sobre el juego son más bien moderadas. Un reciente estudio de la consultora PwC prevé que los ingresos globales del mercado del juego de casinos en EE UU, Europa, Oriente Próximo, África, Asia-Pacífico, Latinoamérica y Canadá crecerán a una tasa anual del 9,2%, desde los 117.600 millones de dólares contabilizados en el 2010 a los 182.800 millones esperados en el 2015. Aunque para Europa solo está previsto un incremento del 2,4%, de 16.300 a 18.300 millones.
En el caso de España las cifras se empequeñecen. Según el Ministerio de Hacienda, en el 2011 el juego movió 26.585 millones de euros (en el 2007 eran 30.110 millones). Y los casinos no son los más demandados. El pasado año, ingresaron 1.612 millones, mientras que los bingos obtuvieron 2.142 millones, las máquinas tragaperras 9.389 millones, las loterías del Estado 9.723 millones y la Once otros 1.956 millones.
Ante estos datos, el profesor del Área Financiera de Esic, Francisco Isidro Núñez, recalca que Eurovegas deberá explotar, amén del juego, el turismo de convenciones. Se trata, apunta, de una fórmula de negocio ya madura en Estados Unidos, que ha descubierto nuevos territorios en Asia (Singapur y Macao) y ahora apunta a Europa, adaptándose a cada zona con fórmulas diferentes. En España, por ejemplo, el juego está muy regulado y funciona desde la concesión administrativa. Fórmulas como el bingo están en declive y los casinos deben coger un nuevo impulso. Tal vez Eurovegas les ayude a lograr nuevos bríos.
Este optimismo no es compartido por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, José María Mella, para quien las «particulares» condiciones que exige Adelson hacen ver que «se ha equivocado de país». El Gobierno y la Comunidad de Madrid están obligados a dar el mismo trato a cualquier inversor, apunta, de modo que un cambio unilateral solo por sus exigencias «no sería legal». Aunque como apunta Núñez, el capital siempre atrae a más inversores dado su efecto multiplicador. Por eso, a su juicio, este proyecto mejorará la competencia directa y favorecerá a todas las empresas que participen en él, inicialmente las constructoras. Obviamente, también habrá réditos para el sector turístico.
El problema es decidir qué tipo de visitantes queremos, si bien habrá muchos que al irse de vacaciones al clásico destino de ‘sol y playa’ —apunta Costa—luego quieran estar dos o tres días para conocer Eurovegas. La ‘letra pequeña’ del acuerdo —según representantes de ‘Eurovegas no’, que engloba desde colectivos ciudadanos a políticos, economistas o juristas— pasaría por rebajar los derechos de los trabajadores, modificar la Ley de Extranjería a fin de hacer nacionalizaciones ‘exprés’, además de exigir una estación de AVE y que el metro llegue hasta las mismas puertas. Pero, ¿cuántos trabajadores traerá Adelson de otros países? ¿Cuántos extranjeros que viven en España aceptarán trabajar bajo sus condiciones? La única frontera, según el profesor del Esic, es que se cumplan los mínimos de la legislación laboral en salario, horarios… De momento, los sindicatos mayoritarios ya se han mostrado recelosos a lo que puedan hacer con las normas.
Argumento a favor serían los cálculos que auguran que el proyecto aportará unas nueve décimas al Producto Interior Bruto (PIB). En contra, señala el consejero del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), Manuel Redal, que el complejo tiene visos de convertirse en un paraíso fiscal, donde se blanquearía dinero y al que se le podría dotar incluso de su propio régimen tributario.
La otra cara
El prestigio de Sheldon —que también podría tener su otra cara, pues está siendo investigado en EE UU por posible soborno, ‘lavado’ de dinero y otras presuntas corruptelas—, con su éxito en Las Vegas y su reciente salto a Asia, también suma. España es la ubicación ideal para atraer a turistas de 50 países —a tres horas en avión del más lejano—, por lo que los nuevos visitantes llegarían del mundo árabe, europeo (Este incluido) y africano. Un mercado virgen para Adelson, cuyo grupo, Las Vegas Stands , tiene en plantilla 40.000 trabajadores en todo el mundo y sus ventas anuales alcanzan los 9.410 millones de dólares. Eso sí, Mella, Núñez y Costa coinciden en que una buena parte de la economía del juego en todo el mundo —y Eurovegas no sería una excepción— es una vía de blanqueo de dinero y evasión fiscal.
De momento, algunos han comenzado a hacer su negocio sin que se haya puesto ni una sola piedra. Metrovacesa, que posee gran parte de los terrenos donde podría ubicarse Eurovegas, duplicaba su valor en Bolsa tan solo en tres días. Pero no se pueden echar las campanas al vuelo, pues —recuerda Mella— España cuenta en su haber con varios macroproyectos (Gran Scala en Los Monegros y el Reino de Don Quijote en Ciudad Real) que resultaron ser un fracaso, pese a que también «sonaban muy bien».
Pero, ¿por qué España puede albergar en los próximos años tres grandes complejos, sumados el Barcelona World y el Parque Ferrari de la Comunidad Valenciana (aún negociación)? Porque un país en crisis y con mucho paro también puede ser negocio...