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‘Los años de la dolce vita’ recrea el esplendor de la sucursal de Hollywood en roma y Reúne instantáneas de los más avispados fotógrafos

‘Los años de la Dolce Vita’ reúne fotografías y vídeos de los años sesenta relacionados con el cine.

Publicado por
Miguel Lorenci
León

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Ava Gardner pasea por Via Condotti y hace volver la cabeza a los romanos que se cruzan con el animal más bello del mundo en el club Pipistrello. A los que se cruzan con Anita Ekberg en Rugantino les estalla el corazón y los ojos les hacen chiribitas. Como a quienes miran a Jane Mansfield en sus noches locas de Villa Borghese.

Raquel Welch atrae la mirada cómplice de Marcello Mastroianni bailando desmelenada sobre la mesa de una trattoria. Elisabeth Taylor besa a Richard Burton sobre un lancha y sucumbe a los encantos de las joyas de Bulgari «la única palabra que se en italiano». Estamos en los primeros sesenta. Superada la ola neorrealista de los cincuenta, Federico Fellini ha lanzado el mito del elegante far niente con La dolce vita (1960). Hollywood pica y se traslada la capital italiana

Roma rezuma glamour y una legión de paparazzi, hijos del Paparazo felliniano, pelean por captar esos instantes de lujo, pasión, encanto y sonrisas.

Es en esencia lo que refleja la muestra ‘Los años de la dolce vita’ que la sala del Canal de Isabel II de Madrid acoge hasta el próximo seis de enero. Reúne 160 fotografías confrontadas con diseños de joyas y vestidos de modistos como Valentino y Balenciaga, cuyos diseños, tan eternos como Roma, inspiraron a Fellini para su mítica película con Anita Ekberg, Marcello Mastroanni y Paparazzo, el padre de todos los fotógrafos del ‘cuore’.

Las instantáneas, —siempre en blanco y negro, muchas robadas— son un vivificante espejo de la esplendorosa época que vivió la ciudad de Tíber, convertida en un inmenso plató y un escenario para los devaneos, pasiones y excesos de los más rutilantes astros la fábrica de sueños.

Estrellas como Rock Hudson, Alain Delon, Elizabeth Taylor, Richard Burton, Cary Grant, Brigitte Bardot, Ingrid Bergman, Kirk Douglas, Clint Eastwood, Jane Fonda, Anthony Hopkins, Jack Lemmon, Rita Hayworth, Rock Hudson, Robert Mitchum, Anthony Perkins, Gregory Peck, James Stewart, Alain Delon, Romy Schneider, Alfred Hitchcock, Joan Collins, Audrey Hepburn, y astros locales como Sofía Loren, Gina Lollobrigida, Claudia Cardinale, ‘il bello’ Mastroianni y Ana Magnani. Cineastas como Hitchcock, Pier Paolo Pasolini o el inefable Fedrico Fellini, el verdadero epicentro y motor del fenómeno. Todos fueron ‘cazados’en Roma por ávidos y avisados reporteros como Arturo Zavattini, Marcello Geppetti y Tazio Secchiaroli.

Unos fotógrafos que acosaban a lso actores y al mimsísimo rey Faruk cuando devoraba ostras a centenares en Via Veneto.

Su trabajo, que alimentó el papel cuché de la época, se muestra junto a la selección de algunos de los archivos más importantes que documentan aquellos años dorados: los fondos de la Fundación Solares del Arte de Parma y la Marcello Geppetti Media Company.

La ex presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, inauguró la exposición flanqueada por David Secchiaroli, hijo del fotógrafo Tazio Secchiaroli, cuyos trabajos están en la muestra, y cuya vida inspiró al personaje del Paparazzo en la mítica película de Fellini. Con este filme culminaba una década en la que Roma y sus míticos estudios de Cinecittà se habían convertido en el mejor plató de Europa y no solo para cineastas europeos.

Los grandes directores y actores de Hollywood pujaban por rodar a la eterna y glamurosa Roma producciones como Cleopatra , Ben-Hur , Matrimonio a la italiana , Espartaco o la tierna Vacaciones en Roma , con Audrey Hepburn cruza en vespa ante el coliseo y pasea con Gregory Peck por los rincones más románticos de la ciudad eterna

Elegancia Además de un gran plató, Roma fue el centro de un nuevo estilo de vida lleno de glamour, sostenido por firmas de enorme prestigio. Joyeros como Bulgari, que cede una selección de dibujos de sus diseños y fotos de las actrices que lucieron sus alhajas.

Sastres como Brioni, que vistió a todas las celebridades de la época, de Cary Grant a Anna Magnani, y presenta una selección de dibujos, fotos, trajes y un vídeo del primer desfile masculino en 1952.

Se exponen también dos vestidos de Valentino y Cristóbal Balenciaga, en cuya osada colección de ‘vestidos—saco’ de 1957 se inspiró Fellini para realizar su famosa película. El broche de la exposición es el documental Hollywood sobre el Tíber, inédito en España y realizado por el periodista, crítico y director de cine Marco Spagnoli, uno de los mayores especialistas en la época.

Cristina Carrillo de Albornoz, crítica, periodista y comisaria de la exposición, asegura que con La dolce vita «Fellini elevó una forma de vivir apasionante a la categoría de mito, fijando en fotogramas el esplendor de una época que nos trasmite la muestra».

«No queremos mostrar grandes fotos del rodaje, sino de lo que ocurría en las calles y plazas de una Roma en plena efervescencia, el centro cosmopolita en el que recalaron los grandes del cine a los que persiguieron y retrataron los fotógrafos».

«En una Europa que retiraba los escombros, Cinecittà fabricaba sueños», resumía Esperanza Aguirre una muestra que cuenta con un catálogo con textos de del crítico de cine Diego Galán, y del escritor y periodista Gay Talese.