Último metro en EE.UU.
Un observador veterano escribía que el dato más claro de la ventaja de Obama sobre Romney y, por tanto, la posibilidad de que gane la elección presidencial es la cantidad de dinero que recaudó su campaña en septiembre: unos 180 millones de dólares, a falta del recuento final, pero procedente de al menos diez millones de donantes individuales.
Sorprende a la mentalidad europea el papel clave del dinero en la competición y su conversión en un argumento positivo cuando se recauda a mares. De hecho se subrayó mucho la ventaja de Romney durante el verano, percibida como un mal augurio para Obama en cierto modo cumplido porque la candidatura republicana hizo fuertes progresos y a día de hoy el resultado es incierto y los directores de las compañías de sondeos confiesan que les resulta imposible hacer un vaticinio.
El progreso de Romney ha sido muy fuerte, tanto que en voto popular ha superado a Obama según los sondeos. Pero eso no se confirma en los Estados indecisos u oscilantes, que tras el progreso republicano han terminado por ser nada menos que diez: Ohio, Florida, Virginia, New Hampshire, Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Iowa, Colorado y Nevada. En ellos se jugará finalmente la designación del presidente tras constatarse que algunas de las bazas seguras de Obama, como el voto femenino, no está tan clara. De hecho los sondeos han encontrado entre las mujeres un descenso notable. Hoy persiste, pero muy atenuada: un 55% de ellas creen que el presidente «haría la política adecuada sobre los temas de la mujer», pero un 44% creen que lo haría mejor Romney. Y, muy notable matiz, Romney gana entre las señoras (49% contra 45%) cuando se trata de cuestiones de economía. La conclusión es doble y sencilla: primero, Romney ha reaccionado y lo que parecía una derrota hace dos meses es ahora un empate técnico puro y duro; y, segundo, los diez días que quedan serán decisivos y un error podría costar la elección. Obama echa mano de Bill Clinton, un valor seguro, y el lunes y martes harán los dos juntos un viaje por Florida, Ohio y Virginia. Dos verdaderos encantadores de serpientes en un ruedo súbitamente difícil.