Tratantes de la nieve

Por los Santos, la nieve en los altos y por San Andrés, en los pies. El refranero cumplió. Vino la nieve con la luna de octubre, la que siete lunas cubre, y regresó con la de noviembre. Antaño se decía que la nieve la traían los montañeses, cuando bajaban con sus caballerías a la Feria de San Andrés, que era cita nacional.

Últimamente se convirtió en una feria multisectorial, o sea, un poco de todo y de nada, como los edificios de usos múltiples que proliferan a lo largo y ancho de la provincia, empezando por el de Eras de Renueva, la sede de la Junta, que nadie sabe muy bien para qué sirve, en lo que toca a León.

Para ferias está San Andrés... Me cuentan que está en el aire. La feria y más trabajadores. Claro que San Andrés parece una feria. Política. De las de poca monta. Nada que ver con aquellos hermosos equinos, caballos y también burros de las ferias de San Andrés. ¡Qué buen servicio hacían los burrines, ¿verdad, madre?, no estos animales de pacer y no cargar que nos salen de las urnas!

Tratos frustrados

Los tratantes eran más dignos y nobles en su oficio que ciertos políticos que por tener un acta de concejal se creen galanes y se dedican a hacer declaraciones de amor a diestra y siniestra. Francisco Gómez, el del PAL-Ul, el que quiere poner en jaque a Isabel Carrasco por expulsarlo del PP y ha metido en un aprieto a Javier García Prieto, no conoce a Eloína Terrón. Dice que no está «enamorado políticamente» de ella. En realidad no soportó que la concejala de Izquierda Unida dijera «no» a su oferta de moción de censura.

Antes que la nieve, llegaron las quitanieves. A estrenar. Ocho relucientes máquinas, con su conductor, había a un lado y a otro del Manzanal para arrebañar hasta el último copo de nieve de la A-6. Pasó el día, era miércoles, y por la divisoria entre el Bierzo y León no se asomaron más que unas chispas.

Tratos que repugnan

La luna sí. Allí estaba, redonda, imponente. Iluminando una tormenta de otoño poco corriente. Rayos sin truenos. Presagio del nuevo recorte: el pensionazo. Rajoy lo ha tocado todo, todo y todo. Ya no le quedan más promesas que incumplir.

Los gobernantes le temen más a la nieve que a la ciudadanía recortada en servicios públicos y amputada en derechos. Cuentan con la pasividad de su mayoría silenciosa, la resignación ante la epidemia de crisis y la complicidad de unos cuantos. Al vicepresidente del Cermi en Castilla y León, Francisco Sardón, no le tembló la mano para hacerse cómplice de la consejera de Familia, Milagros Marcos, y firmar el doble recorte a las familias de personas dependientes. Hay tratos que repugnan.

Tratos humillantes

Las quitanieves salvan gobiernos. Una nevada sin quitanieves puede hundir a un político con mayoría absoluta. Por eso Emilio Gutiérrez se ha hecho con unas pocas tamaño acera. Al alcalde se la da bien la economía doméstica porque está acostumbrado a hacer la compra y la comida. Es un hombre responsable. Y preparado: sabe alemán y habla inglés, habilidades insólitas en los políticos de su generación. Y tiene trabajo por oposición y carrera. Impecable currículum. Aunque cuando le oigo hablar en tercera persona temo que el alcalde sea otra persona.

Pero a Emilio Gutiérrez le falta coraje para defender a León de los tratantes de Valladolid. O quizá por eso está en León. La Renault subsiste con las ayudas de la Junta y ahora deja en la estacada a ocho empresas leonesas. El PP dice no a la León-Braganza y pone de excusa a Portugal. Una mentira. Será que Valladolid se ha anexionado al vecino luso. Ay, si lo viera Isabel... la Católica. Porque Isabel, la de los Guzmanes, está a sus tratos y venganzas recabando firmas por el reino. Y León, humillada.