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Publicado por
celia travieso
León

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Llegados a este punto creo que todos hemos asumido que estamos ante un año de cambios. Cambios económicos, sociales y de pensamiento, hasta cambiamos de Papa¡ Si esto no significa algo, que baje Dios y lo vea. Es una lástima que tanto cambio no llegue a la curia y en este siglo XXI no pueda entrar a la lucha por el asiento de San Pedro una Mama, lo que yo daría por hacerme con ese balcón media hora, con esos armiños al hombro, custodiada por un camarlengo a lo Ewan Mcgrewor en Ángeles y Demonios… uff, ya estoy confundiendo el plano astral con el real. En fin, en esta tierra de mortales en crisis y en pleno proceso metamórfico los cambios, también alcanzan al mundo de la moda. Varias casas (en algunos casos ya instituciones) de referencia despiden a sus diseñadores insignia para apostar por un relevo generacional. Entre ellas, dos españolas, Balenciaga y Del Pozo.

En la primera, el que se conoce como arquitecto de la moda española, habría encontrado un dignísimo sucesor en el que, hasta no hace mucho, fue el encargado de devolver el esplendor a la casa Balenciaga, Nicolas Ghesquiére. Éste, compartía con el maestro de Guetaria su interés por reinterpretar la silueta femenina. Balenciaga lo hizo a partir de los vestidos saco, las faldas globo o las mangas murciélago y, Ghesquieré tomó esa herencia adaptándola a las nuevas pasarelas a través de líneas depuradas, materiales nobles y colores sobrios. Además de ser brillantes en el aspecto profesional, ambos poseen cierto aire de distinción y misterio que han acrecentado- cada uno en su tiempo- con una buena dosis de discreción y compromiso con su trabajo. En mi opinión, todas esas cualidades están directamente relacionadas con la imagen de marca que cada uno elige dar y con la perdurabilidad de la misma.

Con semejantes predecesores ahora le toca a Alexander Wang demostrar su valía. De este diseñador es justo destacar su apuesta por la experimentación con materiales y tejidos y su capacidad para sacar adelante una moda que no sólo venda, sino que sorprenda. Su inminente llegada a Balenciaga inaugura un nuevo capítulo en la historia de la casa vasca, estaremos atentos.

Otro buque insignia de la moda española es la firma DelPozo. Su fundador –Jesús del Pozo- tenía como máxima buscar la belleza natural de la mujer, sin ostentaciones. Su trayectoria le hizo merecedor de la Aguja de Oro en 1981. El pasado domingo en la Semana de La Moda de Nueva York, Josep Font, dio una nueva lección de estilo con una colección en la que la mezcla de texturas y volúmenes y los detalles preciosistas convierten cada prenda en una pequeña obra de arte. Pero para colección de las que te dejan sin habla, la de su presentación al frente de DelPozo. En su desfile primavera-verano 2013 en el Parque del Capricho de Madrid entonó una oda al buen gusto que lo consagró en el acto. Increíble.

Más allá de nuestras fronteras también hay movimiento. Dos de las maisons más insignes reciben savia nueva. En Dior, Raf Simmons sustituye al excéntrico y genial Galliano. Es una pena que la peña se descentre hasta el punto de que le inviten a cerrar la puerta por fuera privándonos así de su genialidad pero cultivar el narcisismo hasta el infinito tiene sus peligros y nuestro querido John cayó de lleno en la trampa. Estoy pensando que también él podía optar al Papado, está parado y, ha habido algún Papa de Gibraltar?

El último relevo lo vemos en Yves Saint Laurent, Stefano Pilati deja su puesto en manos del enigmático Hedi Slimane. Su debut en el Grand Palais de París estuvo rodeado de polémica. Aunque en su colección reivindicó algunas de las prendas clásicas de la casa, como el esmoquin o la sahariana, algunos consideraron que se había olvidado de la alegría y la puesta en escena de las creaciones de YSL. Pero, yo me pregunto, por qué tendría que recordarlas? Se trata de tomar el testigo y aportar un soplo de aire fresco, o estamos condenados a reinterpretar una y otra vez unos códigos ya establecidos a cambio de una buena crítica. El mundo nos impone cambios pero ¿estamos preparados para asumirlos?

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