«Era, es y seguirá siendo el mejor barrio de León»

Joaquín Peña lleva treinta años sirviendo copas y cafés en El Botijo, situado en la emblemática Plaza de San Martín, el corazón del lugar de tapeo más concurrido de todo León. Sin embargo, la ciudadela no fue su primera opción, ya que, como cuenta él mismo, su ilusión era poner un bar de partidas en Las Ventas, pero al final no pudo ser.

Entonces, se encontró con este local, que en sus mejores épocas había sido una tienda de muebles, en ese momento reducida a la esencia de lo que antes fue. «Tuvimos que empezar de cero a construirlo». Un nuevo comienzo, una renovación que costó mucho esfuerzo personal y familiar, pero luchando a contracorriente, consiguió su objetivo, después de todo, «el Barrio Húmedo era, es y seguirá siendo el mejor barrio que hay en León». El nombre, muy apropiado para los productos que habitan en el lugar, se debe a «tradición de alfarería jimeniega, de la Torre de Jimenez de Jamuz, de donde hacen los productos de alfarería». Este hostelero de pro reconoce que la situación actual del arrabal con más fama de toda la ciudad no es la mejor y ha cambiado con el paso del tiempo, pero prosigue con el mismo camino iniciado hace treinta años.

Al mismo tiempo, asegura que, a pesar de todos los males, «continúa siendo el Barrio Húmedo, con su ambiente, con la presencia de meses malos pero también con la llegada de otros buenos como marzo con la Semana Santa o el verano». Sus especialidades, típicas y reconocidas en toda la zona, son los calamares fritos, la morcilla, el picadillo, champiñones o las sopas de ajo en invierno, delicias que ayudan a soportan los vaivenes de un futuro que Joaquín observa con optimismo desde su privilegiado recodo en aquel León que conserva intacta su fragancia.