El silencio es cómplice

Dolores de Cospedal se coronó de gloria con su teoría del ‘despido en diferido’ del tesorero del PP, Luis Bárcenas. Fue una simulación en vivo y en directo. Ha sido una semana de teorías estrafalarias y vergonzantes. En Ponferrada, el socialista Samuel Folgueral se catapulta a la Alcaldía con la antítesis de que no pacta con Ismael Álvarez, el ex alcalde condenado por acoso sexual, para desalojar del sillón a Carlos López Riesco. El pacto con IAP, precisa el senador Ibán García del Blanco, en realidad es contra Ismael Álvarez.

Callan

Las mujeres socialistas con puestos de mando en el aparato y cargos públicos de primera línea optan por plegarse a los intereses de los varones (y barones) del partido. Comprenden las razones de peso y de altura. Sobre todo si trata de convertir a Ponferrada en la ciudad de las maravillas o incluso más: el inicio de la conquista socialista de León desde Ponferrada. Las mujeres no pueden ser ajenas a estas imperiosas ‘razones’ de la política.

Para Ángela Marqués, la vicesecretaria del PSOE de Castilla y León, tomar el bastón de mando «es un paso adelante». No importa con quién ni hacia dónde. Ni a qué precio. Todo vale. Este es el PSOE que quiere tomar distancias con el PP. Y que se acerca peligrosamente a sus tácticas y argucias. No han calibrado los pasos hacia atrás que están dando. Cuidado con el precipicio.

Para Teresa Gutiérrez la mejor defensa es un buen ataque y la cuestión no es si el PSOE de Ponferrada, avalado por León, Valladolid y Ferraz, pacta con Ismael Álvarez. El problema, según Gutiérrez es que «ahora todo el mundo se ha vuelto feminista». Está indignada. No con sus barones , sino con los y las feministas de ocasión que han florecido como los cerezos en primavera. Pero calla y otorga.

Olvidan

Quién se acuerda de Nevenka Fernández? La concejala Isabel Bailez tampoco. Huye de la cámara para no salir en la foto al lado de Ismael Álvarez, pero levantará la mano junto al ex alcalde acosador contra quien hizo campaña de forma activa en las últimas elecciones municipales.

El caso Ismael Álvarez no forma parte de la memoria histórica de Ponferrada. Porque las ciudades, igual que las personas, prefieren olvidar sus vergüenzas. De esto sabe bastante otro concejal socialista de Ponferrada, Santiago Macías. La capital berciana fue cómplice de la aniquilación social de Nevenka Fernández. Rosario Velasco, su gran valedora cuando estalló el escándalo del acoso, guarda un silencio sepulcral desde la distancia y la altura de su puesto en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Al fin y al cabo se dejó la piel política en el caso para nada.

Ignoran

A otros, como a los mineros, simplemente les ignoran. Hacen como que no existen. El miedo a un estallido social ha movido a los alcaldes de las comarcas mineras. El clamor de los trabajadores del grupo Alonso ha hecho dar un paso adelante al senador García del Blanco y, por fin, se ha decidido a exigir al ministro Soria una reunión vía Subdelegación del Gobierno.

Villanueva clama por las ayudas de Victorino y los del Valle pero todavía no ha dado un paso por los trabajadores. Al fin y al cabo, los mineros son subvencionados y prejubilados de oro. No dicen que la Renault ya no estaría en Valladolid sin las ayudas de la Junta, ni Ryanair en el aeropuerto de Villanubla. Pero eso es información confidencial que la ciudadanía debe ignorar. Y Silván, el Bueno , se presta a la simulación con la misma cara que Cospedal. Son ayudas en diferido.