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La Baviera de Ratzinger

Ahora descansa en Castel Gandolfo, Pero los orígenes del papa emérito Benedicto XVI están en un lugar al que podría volver algún día

Ratisbona guarda entre sus callejuelas casi dos milenios de historia. Debajo, el castillo Neuschwanstein cerca de Fuessen. En la imagen vertical, vista general de Marienplatz.

Publicado por
Purificación León
León

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Marktl am Inn es la primera parada del viaje. En este pueblo bávaro cercano a la frontera austriaca nació Joseph Ratzinger el 16 de abril de 1927, un sábado santo y ese mismo día fue bautizado en la parroquia de San Oswaldo. Esta iglesia es uno de los principales puntos de interés para los católicos de distintos rincones del mundo que se acercan a visitar la población, pues en ella se encuentra la pila bautismal en la que el papa emérito recibió el primero de los sacramentos.

Asimismo, la casa natal de Benedicto XVI, hoy convertida en museo, atrae a un buen número de fieles católicos. Ubicada en el centro del municipio, exhibe piezas de la época y fotografías de la niñez y juventud de Joseph Ratzinger.

Su infancia y adolescencia trascurrieron en Traunstein, una pequeña localidad cerca de la frontera con Austria, ubicada a unos treinta kilómetros de Salzburgo. En ese marco, que el propio Ratzinger define como «mozartiano», recibió su formación cristiana, humana y cultural, subraya el servicio de información del Vaticano.

Traunstein está situada junto al río Traun, diez kilómetros al este del Lago Chiemsee y unos quince kilómetros al norte de los Alpes Bávaros, en el corazón de la región de Chiemgau. Ofrece a los visitantes una gran variedad de eventos culturales a lo largo del año, como su tradicional mercado navideño, su famoso desfile de caballos o los afamados conciertos de música bávara.

En invierno se puede esquiar y practicar esquí de fondo, mientras que en los meses más cálidos el senderismo o las rutas en bicicleta permiten disfrutar del entorno natural de este entrañable municipio bávaro.

Otro lugar importante en la vida del papa Ratzinger es Freising, donde fue ordenado sacerdote en 1951. De hecho, durante su viaje apostólico a Baviera, en el 2006, visitó la catedral de Santa María y San Corbiniano de Freising, un templo muy especial para él.

«Ahora que me encuentro en esta catedral, me vienen a la memoria muchos recuerdos al ver a antiguos compañeros y a jóvenes sacerdotes que transmiten el mensaje, la antorcha de la fe. Me vienen recuerdos de mi ordenación, cuando estaba postrado en tierra y en cierto modo envuelto por las letanías de todos los santos», rememoró el pontífice en su discurso durante un encuentro con sacerdotes y diáconos en dicha catedral.

Esta ciudad también está de algún modo presente en el escudo papal de Benedicto XVI que, entre otras figuras, muestra a un oso llevando una carga. Se trata de un símbolo del arzobispado de Münich-Freising. Cuenta la leyenda que cuando San Corbiniano viajaba a Roma, un oso devoró al animal de carga que llevaba y el santo castigó al oso a llevar el equipaje sobre su lomo hasta la ciudad eterna, donde fue liberado.

RATISBONA, CIUDAD MEDIEVAL

Mucho más al norte se encuentra la ciudad de Ratisbona, hogar del sacerdote y profesor Joseph Ratzinger entre 1969 y 1977. La ciudad guarda entre sus callejuelas casi dos milenios de historia. Fue fundada en el año 179 después de Cristo, en la época del emperador Marco Aurelio. Más adelante, se convertiría en la primera capital de Baviera y sería nombrada ciudad imperial por los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.

Hoy es una ciudad universitaria llena de vida y, a la vez, uno de los enclaves medievales mejor conservados de Europa. De hecho, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el 2006.

El puente de piedra, la catedral de San Pedro, el convento de San Juan, el Museo del Tesoro Catedralicio y la histórica farmacia Adler-Apotheke se encuentran entre los rincones más emblemáticos de Ratisbona, pero son sólo una parte de todo lo que la ciudad puede ofrecer.

Una de las particularidades más características de este enclave es el coro de los gorriones, el coro de niños más antiguo del mundo, que cuenta con una tradición de mil años. Además, durante mucho tiempo, el hermano del papa Benedicto XVI fue su director. Actualmente, las voces de los gorriones pueden escucharse todos los domingos y festivos en la catedral gótica de San Pedro.

Desde Ratisbona, Jospeh Ratzinger se trasladó a Múnich. Allí, junto a la columna mariana de la Marienplatz —Plaza de María— fue recibido como arzobispo de Múnich-Freising en 1977. Y eligió el mismo lugar para despedirse de su diócesis en 1982, cuando el papa Juan Pablo II le llamó a Roma para que desempeñara el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

«Para mí es motivo de particular emoción encontrarme de nuevo en esta bellísima plaza a los pies de la Mariensäule, lugar que, en otras dos ocasiones, ya ha sido testigo de cambios decisivos en mi vida», expresaba Benedicto XVI en el viaje apostólico que le llevó a tierras bávaras enel 2006.

La Marienplatz es el centro de Múnich. A su alrededor se encuentran los edificios más significativos de la ciudad como el ayuntamiento, la iglesia de San Pedro, la más antigua del casco histórico, y la catedral, que resalta con sus cúpulas de color verde.

La oferta cultural de Múnich es amplia y variada. Los teatros y museos son numerosos en la ciudad y gozan de una gran fama internacional.

Otro de los rincones bávaros de visita imprescindible es el castillo de Neuschwanstein, ubicado a unos 130 kilómetros de Múnich. Fue construido por órdenes del rey Luis II de Baviera, conocido popularmente como «el rey loco». Data de 1866, una época en la que los castillos ya habían dejado de ser necesarios desde el punto de vista estratégico y defensivo.

De vuelta a Múnich, es casi obligatorio aliviar los avatares del camino con una jarra de cerveza en alguna de sus tabernas o, si el tiempo lo permite, en una cervecería al aire libre. Esto nos brindará la oportunidad de sumergirnos en las costumbres locales pues, no en vano, Alemania es uno de los países con mayor tradición cervecera del mundo.

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