Diario de León

CANTO RODADO

el móvil

ya no hacen falta cintas ni tijeras para inaugurar. en el pequeño valle de silicio de león, en armunia, brota un nuevo mundo. silencioso

León

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Inauguraron la sede de Proconsi en el parque Tecnológico, en la Serna, donde pastaban las ovejas y los trenes rompían el silencio de la frontera entre Armunia y Oteruelo. Donde Morano enterró una piedra envuelta de periódicos con la promesa de una industria fantasma con dirección postal en un paraíso fiscal.

Nadie se acuerda de Biomédica. Ni de la Escuela de Pilotos. Y pronto León perderá la memoria de sus viejas industrias, de Antibióticos, y de la minería del carbón. Las que lo fueron de verdad. Y las confundirá con las promesas fantasmagóricas para recolectar votos. Se perderá la memoria del pitido del tren. Ya nadie podrá leer las nuevas promesas si no dispone de un móvil de última generación para descifrar las letras. Nos darán órdenes a través de un móvil y, obedeceremos dócilmente, como los globos de la puntera empresa tecnológica salieron por los aires. Ya no hacen falta tijeras ni cintas.

Allí donde pastaban las ovejas y crecían los berros sobre las aguas del reguero brota ahora un pequeño valle de silicio. El Silicom Valley de Armunia. Mientras la provincia se convierte en un valle de silencio. Sin encanto ni tebaida. De la fiesta de las prejubilaciones de los 90 al drama de los despidos, sin apenas indemnización ni derechos, en 2013. Ya lo dijo Fermín Carnero: «Parece que no pasa nada, pero esos puestos de trabajo que no se recuperan hacen que los hijos se marchen a otro sitio y los pensionistas van desapareciendo». Era abril de 2005.

Compañero Fermín

Fermín Carnero, el histórico sindicalista que refundó la UGT en León, se fue sin ver completada la última gran obra que quiso sacar a la luz: La historia de su sindicato en las nueve provincias de esta Comunidad, a la que las dos grandes centrales también se han sentido en la obligación de apuntalar para sobrevivir. «Soy junco y no roble», decía.

«El junco es flexible y se adapta». Y esa fue su máxima. Adaptarse a cada momento. Se fue sin marcharse. Como cuando dejó la dirección autonómica del sindicato para presidir la Fundación 27 de Marzo. Pasó página para luchar contra el olvido y el silencio de las víctimas de la Guerra Civil, pero consciente de que el silencio se adueñaba poco a poco de la provincia. Entonces los sindicalistas ya no eran más que «bomberos laborales».

Bomberos sin manguera

Ahora ya no tienen manguera para apagar el fuego. El agua de todos los pantanos hechos en León, expulsando a gente de su matria, no alcanza para tanto incendio. No hay plazas para los bomberos y los que aspiran a serlo, después de una dura oposición, toman la plaza.

En el Ayuntamiento de León apretaron un botón y ¡zas! las oposiciones desaparecieron del mapa municipal. Y la secretaria general donde dijo ‘Digo’, dice ‘Diego’. Por orden del interventor. Que a su vez obedece al señor alcalde. Y eso que dice el concejal portavoz que la secretaria es la funcionaria de máximo rango. León tiene uno de los parques más pírricos de la Comunidad pero corren malos tiempos. Hemos pasado del cobrador del frac al Banco de Alimentos.

Floreros y héroes

Hay que tener vocación de florero para sobrevivir y que te toque en suerte una maceta del concejal de las Flores. O ponerse manos a la obra. Como hicieron en Armunia hace 30 años para que crecieran las rosas. Ahora, para que no se caigan por los suelos, porque no hubo poda municipal, han colocado unas alambres y las flores hermosean las humildes casas de la vega. Esos son mis héroes. Messi, no. No el fútbol. Ni los guardias civiles que avisan a los maltratadores para que dejen de molestar a la ex novia. La chica murió acuchillada en Boñar. ¿Y la ley?

Ladillo

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