Diario de León

de sueño a realidad

¿Qué le hubiera gustado ser?

Esta es una pregunta clave para descubrir lo que nos hará felices y crecer como personas, señala el orientador iraní Ata Pouramini

Para conseguir nuestro propósito Pouramini indica que el proceso hacia una meta suele ser doloroso y evitamos el dolor y queremos placer.

Para conseguir nuestro propósito Pouramini indica que el proceso hacia una meta suele ser doloroso y evitamos el dolor y queremos placer.

Publicado por
Ricardo Segura
León

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Cuando Ata Pouramini comparte con alguien un consejo o asesoramiento para alcanzar un objetivo, superar un obstáculo o desarrollar el potencial humano, sabe de lo que habla porque ha vivido en carne propia esas situaciones y las ha superado, cosechando un aprendizaje vital único que hoy comparte en sus conferencias, talleres y viajes con personas de todo el mundo.

Cuando este orientador de fama internacional y origen iraní afirma «¡el héroe eres tú, nadie vendrá a salvarte!» es porque ha descubierto y aplicado en su propia vida «ésta y muchas otras verdades, que me han permitido salir airoso de las circunstancias más difíciles y descubrir mi propio camino en medio de la adversidad y la incertidumbre». Basándose en sus experiencias Ata ( www.atapouramini.com ) ha creado una nueva metodología basada en la interacción y el diálogo con el público, mediante encuentros de gran intensidad emocional, que él llama «eventos», por su carácter único, y en los que comparte sus experiencias y enseñanzas, de modo que «jamás se borren de la memoria de los asistentes», según afirma.

­—Ante todo ¿qué hace un orientador?

—Mi método consiste en facilitar, a través de mi propia experiencia, las herramientas para que la persona lleve a cabo su propia transformación. Le transmito las claves que me sirvieron para tener éxito en mis propósitos, el mismo éxito que todos pueden tener. Después, son ellas mismas quienes conseguirán funcionar con efectividad, tomar decisiones de calidad y tener logros excepcionales.

—¿Cómo lo consigue?

—Una de las características más destacadas de mi estilo de trabajo, es que para orientar a los participantes en los eventos y que puedan aprender lo que comparto con ellos, genero un ambiente de energía personal y grupal muy alta.

—¿En qué se diferencia su trabajo respecto al de un ‘coach’ o entrenador?

— No entreno a las personas, ni les hablo desde la distancia para darles una clase magistral, ni soy su tutor. Simplemente comparto con ellas una forma de entender la vida y les brindo un soporte, una estructura y un proceso para se transformen.

—¿Qué lo llevó a convertirse en orientador?

—Mi propio trayecto biográfico. Llegué a España en 2002, sin trabajo ni dinero, con un solo contacto. No hablaba español. Llevaba una mochila azul de 7 kilos y un producto: la quiropráctica. Nada más. En tres años conseguí crear una de las consultas más grandes y activas del mundo. Antes de esto, fui un «fracaso escolar». No terminé el colegio. Aún así, estudié en una de las mejores universidades, Oxford, y soy Licenciado en Ciencias Humanas y Doctor en Quiropráctica.

—Todo un lote de paradojas...

—Pero hay más. Me expulsaron de Inglaterra, porque mi visado había caducado. Cuando eso pasa, es imposible volver, pero volví, y con pasaporte británico. Un último detalle: soy iraní. Con toda la desventaja que eso supone al llegar a un país europeo. He logrado atravesar todas estas situaciones para llegar a este punto, en el que siento que debo contarle a la gente mi experiencia, con la misma pasión con que ejerzo la quiropráctica.

—¿Si todos llevamos un héroe y un ganador en nuestro interior, por qué no somos conscientes de su existencia ni lo desarrollamos?

—Para entenderlo es útil recordar la parábola del águila. Según esta narración, un águila fue criada como un pollo y vivía entre ellos. Un día un naturalista la vio y quiso que volara como un águila. Después de intentarlo varias veces, al tercer día lo consiguió, porque estaba preparada para ello. Pese a que había sido criada como un pollo no dejaba de ser águila. Lo mismo sucede con las personas. En ocasiones no conocemos nuestro auténtico potencial pero está allí.

—¿Qué indicios tiene una persona de ese héroe-ganador que lleva en su interior y que pueden servirle de estímulo para sacarlo fuera y que se manifieste?.

—Reconocerlo y creer en uno mismo es primordial. Cuando un niño aprende a nadar por primera vez, ¿verdad que no le han crecido aletas? Lo mismo sucede con las personas. Todos llevamos un héroe-ganador dentro. Tan sólo hay que descubrirlo.

—Si una persona está confusa o desorientada respecto de su futuro, ¿cómo puede hacer para descubrir sus metas en la vida?

—Si me asalta la duda, lo que me ha funcionado siempre es pensar: «hoy es mi último día en la tierra: ¿qué me hubiera gustado haber hecho, dado o recibido?». Entonces sé que es lo que tengo que hacer ahora. Otras veces, cuando son cuestiones económicas, me pregunto: «si tuviese dinero, ¿qué haría?». Respondiendo a esa pregunta identificamos nuestra pasión; el siguiente paso consiste en pensar cómo la vida puede darnos ese dinero.

—Una vez que han descubierto sus objetivos vitales, ¿por qué suelen fracasar o abandonar las personas?

—Porque el proceso hacia una meta suele ser doloroso y evitamos el dolor y queremos placer. En una maratón sientes todo el cuerpo dolorido en la mitad de la prueba y es fácil dejarlo. Pero el placer de acabarla es superior al malestar físico de la carrera. Hay que poner la vista en esa meta, nunca mejor dicho

—Para conseguir el éxito en aquello que nos proponemos ¿son igual de determinantes el talento, la capacitación, la tenacidad y la motivación, o unos son más importantes que otros, y por qué?

—Todos estos factores son importantes pero hay mucho más. El más importante es la inspiración. Cuando uno está inspirado por un gran propósito o un proyecto extraordinario, todos sus pensamientos rompen sus ataduras, su mente trasciende las limitaciones. «Fuerzas durmientes, facultades y talentos reviven y uno descubre que es una persona mucho más grandiosa de lo que jamás soñó llegar a ser», decía el gran pensador indio Patanyali.

—Pero el miedo es un elemento que muchas veces atenaza.

—Es mejor utilizar el miedo para conseguir lo que queremos. El miedo puede provocar el dolor, pero hay que pensar en el placer de conseguir lo que el miedo está bloqueando. ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? Morir. Pero no vamos a morir por intentar cumplir nuestros objetivos.

—¿Es indispensable llevar una vida organizada y saludable?

—Hemos de movernos, caminar, correr, hacer Pilates, quiropráctica, deporte. Cuanto más sanos nos encontremos, mejor conseguiremos nuestras metas.

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