un trabajo de película

Qué tienen en común Ava Gadner, Charlton Heston, Sofía Loren, Penélope Cruz o Johnny Depp? «Muy fácil, el vestuario de algunas de sus películas», dice Humberto Cornejo, quien lleva las riendas de la afamada sastrería Cornejo, encargada de vestir al cine desde hace noventa años.

Una sastrería española que empezó en 1920 de la mano de un veinteañero Humberto con una pequeña colección de trajes de etiqueta y disfraces que heredó su esposa, Gabina Olivar, y que decidió rentabilizar en régimen de alquiler. Hoy en día está de la mano de sus hijos y sus sobrinos Elena, Paula, María y Humberto.

En la década de los cincuenta, los estudios de Hollywood llegan a España en busca de mano de obra barata y se ruedan películas de la talla de Alejandro Magno , Orgullo y pasión , Salomón y la Reina de Saba , superproducciones en las que la familia Cornejo vio la posibilidad de crecer.

En los inicios de Televisión Española, los Cornejo proporcionaron sus servicios a espacios dramáticos, telenovelas y musicales. Más tarde llegaron las series Fortunata y Jacinta o Los Pazos de Ulloa series en las que se aprecian los fabulosos vestuarios de esta empresa familiar.

Esta compañía cuenta con un fabuloso fondo de armario en el que se pueden encontrar más de un millón de piezas. «De nuestra empresa pueden salir vestidas entre 250.000 y 300.000 personas», ha puntualizado.

La crisis se ha llevado por delante gran parte de la industria cinematográfica, sin embargo, esta empresa goza de buena salud financiera gracias a las producciones internacionales y a la series de televisión. «El 80 por ciento de nuestra facturación llega del cine internacional y de las series de televisión», puntualiza.

Acaban de terminar el rodaje de la serie Isabel y ahora entre sus proyectos cuentan con el filme Hércules , Chail 44 , y las series de televisión Vikingos , Juego de tronos o la próxima producción televisiva Cervantes.