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Según los últimos datos, la economía de Estados Unidos creó 169.000 puestos de trabajo no agrícolas en el mes de agosto y tan sólo 104.000 en julio. La cifra queda por debajo de esperado e indica que el mercado laboral no se encuentra tan fuerte como se creía. Como contrapunto, las solicitudes de subsidios por desempleo se redujeron la semana pasada en 31.000 personas en EE UU, su mejor cifra en diez años. Sin embargo, los analistas han puesto el dato en cuarentena, ya que dos estados no ofrecieron cifras fiables. Así las cosas, algunos gurús financieros consideran que la Reserva Federal podría retrasar o matizar sus planes para reducir sus medidas de estímulo económico.
No se descarta que el actual presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, retrase la decisión. Los analistas barajan tímidamente la posibilidad de que la Reserva no comience a retirar sus estímulos monetarios este mes. Está clara la intención de la Reserva de empezar a retirar su programa de compra de bonos, pero existe incertidumbre sobre el momento de inicio y el tempo.
Pero el sentimiento de los mercados no siempre coincide con las impresiones de los analistas. De hecho, y a pesar de los datos de paro en EE UU, se da por hecho que la Reserva moverá ficha ya mismo y comenzará a recortar su programa de compra de activos. Incluso el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, ha comenzado a modificar la dirección de su discurso. Cree que una reducción en las compras de bonos no supondría una gran diferencia para la política monetaria.
En los mercados se dice que el Fomc recortará su inyección mensual en una cifra de entre 5.000 y 20.000 millones de dólares. Posteriormente la irá acomodando a la calidad de los indicadores macroeconómicos que se vayan publicando. Además del último dato de empleo, hace poco se conoció que el PIB del segundo trimestre aumentó a un ritmo del 1,7% en el segundo trimestre, una cifra que se queda por debajo de las estimaciones de los analistas. Los expertos señalan que la acumulación de inventarios justifica al menos cuatro décimas de punto de ese crecimiento, lo que podría reducir las cifras del tercer trimestre según se vaya dando salida a los stocks. Además, se ha revisado el dato de PIB del primer trimestre de 1,8 hasta el 1,1%.
Las teorías económicas clásicas cuantifican la relación entre crecimiento y empleo: por cada dos puntos que crece el PIB, el paro se reduce en un punto. Y viceversa. En cualquier caso, los más optimistas aseguran que la progresiva retirada de estímulos en EE UU no afectará demasiado a los mercados. En primer lugar, porque la Reserva acometerá el proceso con mucha delicadeza y apoyándose en la mejora de los indicadores económicos. Y, en segundo, porque China podría cubrir el hueco. Su economía se desacelera, pero sigue lo suficientemente fuerte como para enjugar el impacto de las menores inyecciones de liquidez en Estados Unidos.