emigrantes leoneses
la crisis no les paraliza
cuatro leoneses cuentan su testimonio sobre su vida en el extranjero, un lugar que les brindó la oportunidad de conseguir lo que en españa parecía imposible
Un nuevo idioma, un trabajo cualificado y una vida nueva en familia son algunos del los objetivos cumplidos para quienes decidieron empezar de cero en otro país.
La historia de miles de jóvenes que abandonan su casa para conseguir una oportunidad suena a película de Hollywood, pero a día de hoy es una realidad.
«Estudiar una carrera univesitaria sólo si implica salida laboral se está convirtiendo en el mantra de los jóvenes de hoy», «El número de médicos de León que emigran al extranjero se duplica en 2013», titulares como estos llenan los periódicos nacionales.
Existe una preocupación general por tantos jóvenes con talento y formación que se van de España porque aquí no tienen trabajo. Para muchos parece como si eso no hubiera pasado nunca antes. Pero España tiene una gran historia de emigración hacia otros países y hacia otras regiones.
Madrid, Cataluña o el País Vasco se desarrollaron gracias a jóvenes arriesgados de Castilla o de Andalucía que quemaban sus naves y buscaban un futuro. Es cierto que se quedaban ‘en casa’, pero hoy la casa es el mundo, no existen las fronteras.
Hay mucha gente que está aprovechando la crisis para crear negocios, para poner en marcha proyectos, para formarse mejor, para salir fuera a buscar ideas. En la actualidad, buscar el éxito es empleabilidad, es decir, hay que tener la valentía de superar las dificultades y aprovechar las oportunidades que supongan una motivación.
Así lo destacaba recientemente Aratz Castro, coordinador de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas: «Quién vea la educación desde el punto de vista laboral está equivocado. La formación debe ser en conocimientos pero también en habilidades y valores».
Valores que no querían perder nuestros protagonistas, por eso cuando decidieron irse de León en un momento de hastío y monotonía, unos escogieron el lugar que más le recordaba a su casa, otros se enamoraron mientras disfrutaban de la vida universitaria y otros atraídos por la cultura y la lengua se arriesgaron a mudarse a otro lugar para crecer y enriquecerse como individuos.
Estos jóvenes podrían formar parte de la nueva generación que deja atrás la asignatura pendiente de España: la dificultad para hablar otras lenguas.
Tal vez influidos por un clima desmotivador, muchos jóvenes no se animan a dar el paso. Es por eso que algunos expertos re-
saltan la importancia de no dejar de incrementar la formación de profesores y alumnos. Actualizar a los profesores es igual de importante que los jóvenes aprendan idiomas desde pequeños. Así sería menos difícil afrontar el exilio de los aventureros leoneses por el mundo.