emprender en león
Sabores de pueblo en la gran ciudad
Cecina o chorizo de león, elaborada por pequeños artesanos y siguiendo las recetas de antaño, servidos en bandeja en casa. esa es la esencia de embutishop
Poder disfrutar de los embutidos del pueblo en cualquier parte. Esa es la filosofía de Embutishop, la iniciativa puesta en marcha por Cristina Fernández y Óscar Gutiérrez, una pareja leonesa que, después de vivir en Madrid dedicándose a la banca él y al periodismo ella, decidieron cambiar de vida. ¿Su objetivo? que todo el mundo pueda paladear un buen embutido ‘de casa’ sin necesidad de desplazarse al pueblo.
Ellos lo sirven en bandeja a través de su página web ( www.embutishop.com ), donde se puede comprar chorizo, jamón o cecina en lugares remotos y según rezan las recetas de antaño.
«La idea fue de Óscar. Cuando volvíamos a Madrid después de pasar unos días en Cimanes del Tejar, nuestro pueblo, lo hacíamos cargados de embutido y nuestros amigos se morían por él», cuenta Cristina, cofundadora de esta empresa leonesa junto a su marido. Enseguida vieron un nicho de mercado en el que poder trabajar desde su tierra. Y decidieron dar el paso.
Sin embargo, no fue fácil empezar. Cristina viene de una familia con una amplia tradición en el mercado de los embutidos y sabe de lo que habla. «Siempre dije que jamás me dedicaría a esto», explica con una sonrisa. Sin embargo, su marido lo tenía claro y comenzó a dar los primeros pasos de lo que hoy es Embutishop.
Empezaron a funcionar desde Madrid. Ella ayudaba con la comunicación, sin intención de implicarse por completo en esta aventura a la que ahora los dos dedican todo el tiempo que les dejan sus tres hijos. Desde casa, gestionaban los primeros pedidos y hacían la distribución. «El primer pedido que nos llegó de un desconocido fue una sensación increíble porque ves que alguien que no te conoce de nada confía en ti y en tu proyecto», relatan.
Con el tiempo, decidieron volver a León, cerca de la familia, con la intención de poder conciliar un poco mejor trabajo y familia en una ciudad más pequeña donde todo estuviese un poco más a mano. «El motivo fundamental fue volvernos para poder llevar una vida más sencilla». Al mismo tiempo que nacieron sus mellizos, Embutishop vio la luz. Fue un parto triple.
Así, con la vida un poco patas arriba y cargados de responsabilidad, ambos se metieron de lleno hace dos años y medio en esta aventura que acerca la gastronomía local a todos los públicos. En ella, toman parte pequeños productores artesanos de varios rincones de España a los que compran los productos que luego ofrecen en su tienda on line. Antes, han probado, compartido, discutido y saboreado cada uno de ellos para comprobar que es justo lo que estaban buscando. «No queremos grandes fabricantes que vendan en grandes superficies». Ellos buscan los pequeños, los que siguen las recetas de siempre. «Nuestra idea es ofrecer productos que no sean fáciles de conseguir», argumentan.
Precisamente a eso, a comprobar que son productos tradicionales y de sabor auténtico, les ayudan varios blogueros gastronómicos a los que Cristina y Óscar envían sus productos para que los prueben y les comenten el resultado. Todo lo plasman en su web.
Chorizo y cecina de León, botillo, jamón ibérico o de Teruel, longaniza. fuet, morcilla o sobrasada son solo algunos de estos productos. Junto a ellos, otros que guardan cierta relación como pan, aceite o legumbres que hacen buenas migas con el embutido.
Todos ellos son especialmente apreciados en las grandes ciudades, que suponen la mayor parte de la clientela de Embutishop. de la que el 15 por ciento procede de fuera de España. «Nos sorprende mucho la demanda que nos llega del Levante», señalan Cristina y Óscar. Todos buscan lo mismo: productos tradicionales que no resultan fáciles de comprar fuera de su entorno. Hacer esto realidad es lo que empuja a esta joven pareja hacia delante. «A veces no damos abasto y nos sentimos superados porque no es cuestión de no querer, sino que no podemos llegar a todo, pero compensa porque hay cosas muy gratificantes en este trabajo», argumenta Cristina. Entre ellas, las muestras de agradecimiento de sus clientes. «Alguno nos ha contado que ha llorado de emoción al recibir el pedido».
Luchar por un sueño
Organizar todo el proceso y ponerlo en marcha es la parte más complicada de este trabajo que les llena de ilusión pero que también les ha provocado sus quebraderos de cabeza. Los dos decidieron dejarlo todo al mismo tiempo para poner en marcha una idea en la que creyeron desde el principio. «Luchar por hacer realidad tu sueño está muy bien, pero necesitas un sueldo a fin de mes y le echas tantas horas que al final no desconectas». Ahora están contentos con el giro que ha dado sus vidas, pero reconocen que han sido demasiados cambios en muy poco tiempo.
Su historia ha calado y han sido varios los medios de comunicación que se han hecho eco de lo que es Embutishop en estos dos años y medio. Gracias a esa notoriedad, Cristina y Óscar consiguieron captar la atención de algunos inversores que vieron en esta iniciativa una oportunidad de éxito.
La morcilla de Burgos, el chorizo y la cecina de León son sus productos estrella, los que más demandan sus clientes, cuyo perfil es de gente de mediana edad salvo los que viven fuera, que suelen ser jóvenes. ¿Una curiosidad? Hay más hombres que mujeres que hacen pedidos dentro de un público que es «bastante variopinto». El pan han llegado a mandarlo a Irlanda.
Entre sus planes de futuro: internacionalizarse y crear una marca blanca. Un sello propio con el que recoger el embutido de León, «el mejor del mundo».