Diario de León

la autogestión en las aulas

emprender desde el colegio

el ponce de León expone musearte y reciclarte, iniciativas que desarrolló para cumplir con el programa de somos emprendedores

Alumnos y alumnas del Ponce de León que desarrollaron el Musearte, junto al director en una de las galerías de exposición.

Alumnos y alumnas del Ponce de León que desarrollaron el Musearte, junto al director en una de las galerías de exposición.

Publicado por
l. u.
León

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Somos emprendedores es un nuevo precepto que las autoridades competentes han añadido a los objetivos de la enseñanza. Para cumplir con la prescripción, el colegio Ponce de León decidió enriquecer el proyecto como un servicio a la comunidad educativa, en vez de limitarlo al mero desarrollo de un producto. El resultado se ha podido observar las últimas semanas del curso en varios espacios del colegio, transformados para la ocasión tal que fueran el Museo del Prado, empeño que ocupó a ochenta alumnos de quinto y sexto de primaria y profesores. Una experiencia didáctica que repercutió en la instrucción práctica del alumnado. «Esto fue creado por ellos y para ellos», concreta Emilio Zapico en el relato del desarrollo de la actividad, paradigma de que en el centro educativo fluyen las sinergias entre el alumnado y el personal docente. El emprendedores del colegio público Ponce de León dio traslado a los niños la función de gestión, convocó espacios de reunión, comunicación y creación. «Se trataba de provocar el saber, y el saber hacer, con enfoque desde el punto de vista del emprendedor, pero también del ser y del saber ser», expone el profesor que alimentó la gestión de una idea de la que prendió un resultado de excelencia. Para ello fueron precisos casi nueve meses de trabajo, dispuestos en tres fases; la de conocer la institución pública, cómo se trabaja y gestiona un organismo como un museo; la de investigación, para determinar el contenido del trabajo que se iba a acometer; y la de aplicación de tarea, a través de una estructura de tareas en grupos de artistas, de comisionados, de educadores. «Autogestión», resume el profesor Zapico, que resalta la absoluta libertad de los alumnos para encuadrar sus funciones. Aprendieron a gestionar un museo, lo acotaron, lo crearon y expusieron su obra. Por este orden. Detrás hay cientos de horas de elaboración minuciosa, robadas al tiempo libre y al asueto, ordenadas siempre por cánones de efectividad, a la vez de aprendizaje. Los alumnos dispusieron objetivos, planificaron y ejecutaron. «Esa es la esencia de emprendedores», resuelve Carlos el director del Ponce de León orgulloso del ejercicio colectivo que desarrolló el centro. Los pasillos entre aulas del colegio fueron durante los últimos días lectivos del curso escolar galerías de exposición, trasuntas de las salas del Prado sobre Bosco, Tiziano, Goya o El Greco. Y los alumnos, guías, artistas y comisionados. «Esa fue nuestra intención, motivar el espíritu emprendedor desde una perspectiva creativa y con una clara vocación de servicio a los demás, a la vez que se puso al alcance de los alumnos las herramientas necesarias para comprender y expresar su iniciativa personal y grupal, la capacidad de trabajo y gestión ante un exponente colectivo», indica el profesor Zapico, que se deshace en elogios hacia el empeño que mostraron los alumnos por llevar adelante el proyecto y la responsabilidad que asumieron en todo el proceso de planificación y trabajo. Al final de ese largo trayecto se trasluce en las paredes del colegio revestidas de obras pictóricas sobre las que los alumnos tienen un conocimiento amplio y denso, como corresponde al desempeño de gestión que aprendieron durante los meses de actividad del Somos emprendedores. Parece que la orientación de la directiva educativa quedó escrita en el revestimiento de los pasillo, adaptados así para la ocasión: reunir las actividades educativas que puedan satisfacer un aspecto formativo y cultural básico y que aproxime al alumnado la creación y a la autogestión». Junto al Musearte, el desarrollo de emprendimiento entre los alumnos de tercero y cuarto de primaria en el Ponce se encauzó a través de Reciclarte, dedicado «a crear obras de arte a través de materiales desechables. Una forma de crear conciencia sobre la relevancia y necesidad de reciclar como forma de preservar el medio ambiente», resume Henar, que coordinó la actividad del alumnado.

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