Por tierras bercianas
Entre pallozas, castros y robledales
Vista general de Los Ancares.
Casi 71 kilómetros tiene este camino natural que une los Ancares leoneses de Guímara con Balboa, en el Bierzo, entre la variada fauna que caracteriza estos valles cubiertos de robles y castaños centenarios y donde no faltan especies tan emblemáticas como el urogallo o el oso pardo.
Desde Guímara se llega al alto del Boquín, el pueblo de Suertes y Espinareda de Ancares y Pereda de Ancares. Desde allí, hasta Burbia. Los brezales, los robles y los abedules son constantes compañeros de viaje del transeúnte, que también conocerá un bosque de ribera en su camino hacia Campo del Agua. Merece la pena Cantejeira, un lugar en el que parece que el reloj se paró hace tiempo.
El castro de Chano o las pallozas otorgan más personalidad si cabe a este camino natural promovido por el Consejo Comarcal del Bierzo y que el ministerio tiene intención de ampliar.