Trincheras

El Ave llegó con la campaña. Un tren de mentiras para dar el pistoletazo de salida a las elecciones municipales y autonómicas. El de verdad llegará por las trincheras, cuando llegue. Dice la ministra Pastor que en primavera. Todo rima, doña Ana. El Ave llegó volando. A falta de aviones, atravesó la llanura de Castilla a León en un suspiro. Y no pasó nada. Nada esperábamos de los viajeros que traía.

El Ave es el espejo del futuro de León. Pasar volando. Atrincherado en un cajón. Sin mirar a los pueblos y mucho menos a Torneros. ¡Qué yu-yu, una obra de Zapatero! El consejero de Fomento, procurador en las Cortes y candidato a la Alcaldía de León por el PP (al llegar aquí le falta a una el aire) iba sonriente, muy sonriente. Con el billete asegurado, le sobraban motivos. Pero su don de la ubicuidad empieza a ser preocupante. Y mosqueante.

No es el único que tiene plan B. Toño y Tino se subieron a una lista para no perder el tren. Toño, por el PP, Tino, por los socialistas. Toño por si se cae en su carrera a alcalde de León. Y Tino, por si las moscas. Encabeza la lista de las Cortes autonómicas porque a lo mejor se queda sin el asiento en la lista a las generales. O hay que dejar el primer puesto a uno que tiene sueldo del partido en Madrid.

Todos a Pucela

T odos quieren ir a Pucela. Ya lo dice Fidentino Reyero: «Es la capital, porque allí está el Gobierno». Él también atiende a tres puestos a la vez, igualito que Emilia Villanueva. Hay que desgastar la suela por los kilómetros de despachos y sedes que han aupado a Valladolid a potencia de la Comunidad. Allí tienen ascensores hasta en la mismísima Catedral.

La atracción que ejerce la capital de facto sobre todo el territorio y los personajes políticos que lo despueblan es evidente. La sensación de ‘fallo del sistema’ que recorre el país se va a notar en los resultados del PP del 24-M después de 28 años de hegemonía del ave azul que despegó con Aznar en 1987 y no se apeado del cielo del poder.

Cómo verán las cosas, sobre todo en Madrid, que la Agencia Tributaria anda propagando el bulo de que el Partido Popular es como Cáritas, ¡qué obscenidad!, para exculparlo de un fraude fiscal de por lo menos 250.000 euros. Lo dicho, Monedero es calderilla al lado de las cifras de macroeconomía del fraude. Pero las plazas están vacías. A ver si hoy se levanta la calle en favor de los mineros y de Everest. La trinchera de la lucha diaria (y las urnas) es lo que nos queda. No tenemos plan B.

Caras y cruces

Nos atrincheramos, como van a hacer con el Ave, o nos crucifican. Hay que tener cara dura. Y la tienen. En León la Junta Mayor intenta hacernos comulgar con piedras de molino tan grandes como ese museo de la Semana Santa que quieren que paguemos con dinero de las arcas públicas. Nada menos que 6 millones de euros para que arreglemos entre todas y todos el seminario diocesano propiedad de la Iglesia, que controla la educación desde tiempo inmemorial y ahora mete baza en el sector turístico.

Podemos tiene el billete asegurado para unos cuantos escaños en las Cortes. Sin subirse al Ave, y antes de que apareciera Albert Rivera y su Ciudadanos en escena, los gurús de Cuenca & Llorente daban a Podemos en Castilla y León entre 10 y 16 escaños, dos a los leonesistas, dos o tres a IU y cuatro a UPyD. Una catástrofe para el PP más que para el PSOE.

Toño y Tino lo saben. Y también Pablo, que vende un ‘plan de rescate para la ciudadanía’. Pablo Fernández está en la carrera a las Cortes. Es lo único que se sabe de Podemos. Caminito de las Cortes va Pilar González con Izquierda Unida. Quiere ir bien acompañada. Aún falta la UPL por abrir el melón.