«es el siglo de la mujer y el planeta»

La mujer y el planeta son los grandes temas del siglo para Margarita de Cos. Esta leonesa, que de pequeña jugaba en los jardines de La Condesa, es la responsable de grandes donantes en WWF. Desde 2002 dedica voluntariamente parte de su tiempo al Global Summit of Women (GSW), que en mayo reúne en Sao Paolo (Brasil) a más de un millar de mujeres de todo el mundo bajo el lema «Mujeres creativas, economías creativas». Como chairwoman para España organiza y encabeza la delegación que participará en el 25 aniversario de la plataforma presidida por Irene Natividad. También es miembro del International Planning Commitee. El GSW «constituye una plataforma a nivel mundial para conectar a mujeres líderes de todos los países a nivel económico, político y social» y cuyo «objetivo primario es lograr el avance de la mujer a nivel económico y su empowerment».

—El avance de las mujeres en derechos es evidente. Pero la desigualdad es cotidiana. ¿Cuáles son los retos para acabar con ella?

—La mujer sigue siendo minoritaria en los altos cargos de las grandes empresas y en los consejos de administración, lo que no corresponde con su preparación académica ni con el Interés de las empresas en búsqueda y retención de talento ni, por supuesto, con su poder de compra. La mujer toma decisiones de compra para ella, su empresa y su familia y gestiona entre el 60 -80%). Por ello es importante reducir las barreras tanto externas como internas (de la propia mujer) y establecer una política de cuotas que facilite el acceso a estos puestos como ya lo hacen hecho otros países.

—¿Hay un retroceso?

—En nuestro país, me preocupa que mujeres jóvenes piensen que ya esta todo hecho. No se puede bajar la guardia ya que están resurgiendo movimientos machistas que hacen retroceder el avance de la mujer. A nivel internacional, claramente hay un retroceso en los países árabes al colocar a la mujer por detrás o en dependencia del hombre.

—¿Qué opina del reparto del tiempo en tareas domésticas y cuidados a dependientes?

—Normalmente se habla del acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad en las empresas y se analizan las barreras existentes, pero yo insisto en que hay que hablar también del acceso de los hombres a los puestos de responsabilidad en el ámbito doméstico. La organización familiar se puede ver como una empresa donde la mujer es la CEO y en la que hay diferentes áreas como compras, finanzas, operaciones, RRHH, outsourcing, marketing, etc. Y siguiendo con el lenguaje económico, una mujer ejerciendo su responsabilidad como CEO no dejaría un puesto sin cubrir en el ámbito doméstico, por lo que para liberar «recursos femeninos» que accedan a las empresas, es necesario incorporar «recursos masculinos» en el ámbito doméstico. Como en las empresas, también hay barreras de acceso para los hombres, externas y de la propia mujer.

—¿Es posible superar el patriarcado en las condiciones del neoliberalismo?

—Al margen de lo que la sociedad o el entorno económico marque, muchas veces la mujer es víctima y cómplice de lo que le ocurre y hay mucho que avanzar en las aspiraciones y expectativas de la propia mujer, además de corregir el marco económico y legal. La mujer tiene que eliminar sus principales barreras: la confianza en una misma y la visibilidad. Y tiene que pensar en lo que quiere hacer y creer que lo puede hacer. Si las decisiones que toma son en función de lo que otros opinan, o lo que presuntamente se espera de ella, no podrá avanzar ni en el ámbito económico ni en le personal.

—¿Cómo se puede implicar cada mujer para mejorar a nivel personal y colectivo?

—Conocer las barreras que limitan nuestras posibilidades y actuar en consecuencia es fundamental. Por ello es tan importante el que la mujer pertenezca a asociaciones, participe en eventos y haga «networking» para tener más visibilidad y ganar autoconfianza al ver que muchas otras han conseguido sus objetivos sin renunciar a tener familia ni a su vida personal.

—¿Qué le preocupa como responsable de grandes donantes de WWF? ?

—Me preocupa especialmente la poca sensibilidad que existe en nuestro país respecto al medio ambiente. Muchos piensan que es un problema que no nos afecta o no podemos hacer nada al respecto. La mayoría de filántropos en nuestro país se plantean donaciones a organizaciones humanitarias, de cooperación, catástrofes, arte, etc ya que el medio ambiente, al contrario que en los países sajones, no se considera una prioridad. De todas formas veo cambios positivos, hay más gente informada, y esperanzadoramente gente joven, conscientes de que estamos en un momento decisivo para el futuro de nuestro planeta y tenemos que aunar esfuerzos para lograr un cambio de rumbo. Acabamos de celebrar la Hora del planeta, y ha sido emocionante ver como personas, empresas e instituciones de todo el mundo se han sumado a este movimiento global contra el cambio climático

—¿Hay relación entre la degradación de la naturaleza y lo femenino?

—Para mí los grandes temas de este siglo son la mujer y el planeta. Y por eso me dedico a ambos. He podido observar que las personas sensibles con el avance y la igualdad efectiva de la mujer en todos los ámbitos son también sensibles con la Naturaleza y preocupados por la degradación de nuestro entorno y el futuro del planeta. Y al revés. Una persona que no le importe destrozar nuestro entorno no creo que le preocupe si la mujer está presente en todos los ámbitos, como le correspondería por su preparación y su presencia en la sociedad.

—¿Las donaciones son una forma de lavar culpas?

—Todos tenemos ‘culpa’ respecto al medioambiente y la Naturaleza (con todo lo que consumimos, contaminamos, degradamos, etc.) por lo que deberíamos hacer algo al respecto y como los retos medioambientales son inmensos y los resultados no se ven en el corto plazo, es más difícil que una persona actué individualmente, por lo que suelen hacerlo a través de ONGs. WWF tiene el conocimiento científico, la experiencia y la determinación para actuar allí donde es prioritario, pero eso solo no basta y además de aunar esfuerzos con otras instituciones, comunidades locales, empresas, etc. necesitamos los fondos para conseguirlo, por lo que dependemos de la generosidad de nuestros donantes. Creo que es fundamental que todos devuelvan a la Naturaleza parte de lo que reciben cada día. Valoramos igual una gran donación que una pequeña, pero necesitamos recursos para afrontar cada vez mayores desafíos. Por eso necesitamos grandes donantes.