Diario de León
Publicado por
Andrés Aberasturi
León

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Lo de la vicepresidenta en funciones de la Junta de Andalucía, tiene mérito; acusa —con razón— al resto de los partidos de «tacticismo» por no apoyar o abstenerse en sus deseos de ser investida ni a la tercera y olvida que fue precisamente el «tacticismo» lo que le llevó a ella a convocar unas elecciones que nadie había pedido. Se deshizo de la pesada carga de IU —un pacto envenenado que heredó de su mentor— y se inventó un discurso para justificarse envuelto en razones éticas. No hace falta recordar las cosas que dijo la hoy presidenta en funciones: «No quiero espectáculos como los que se producen en otros territorios de España, donde van a tener un gobierno en precario durante meses». Sin comentarios. O aquel otro con el que explicaba la razón del adelanto ante la «inestabilidad y la «falta de confianza» entre los socios, que atribuía al «giro radical» de la dirección nacional de IU desde finales de otoño mientras insistía una y otra vez en reclamar «estabilidad y no perder ni un solo minuto». La solución estaba clara para la heredera de Griñán y más clara aun en la guerra que ya se había declarado dentro del PSOE nacional: «dar la voz a los andaluces».

La verdad es que no acertó en ninguna de sus apuestas y ahora culpa a Mariano Rajoy de auspiciar el «bloqueo del no» contra su investidura y se pregunta si Rajoy haría lo mismo «en otros territorios de España». No es fácil tragarse esto de golpe y no parece del todo probable que Ciudadanos y Podemos estén pendientes de lo que auspicie o deje de auspiciar el señor presidente del Gobierno desde su isla monclovita.

Y no es, como dice la aspirante a presidenta, que Andalucía sea un cromo —algo que ella no va a consentir— sino más bien que nunca tuvo que forzar la máquina. Pero tenía prisa comunitaria y nacional y adelantó las elecciones; todo se vino abajo ante una nueva realidad que no había calculado y que sigue siendo un misterio a resolver. ¿Convocar elecciones? Imagino que su círculo no se lo va a aconsejar: ahí está otro que sigue confundiendo a Cataluña con su persona amenazando con llevar al suicidio político a su partido y, lo que es mucho peor, a los ciudadanos todos que no parecen estar dispuestos a que se experimente y trafique con su soberana voluntad.

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