Las joyas, mejor a lo grande

Hace años, las damas buscaban los abalorios que más brillaban en los escaparates. El lujo era un elemento esencial para asistir a grandes galas, sin embargo, las camisetas sencillas y los pantalones vaqueros son ahora los mejores compañeros de piezas extravagantes.

Pendientes largos, pulseras y brazaletes que invaden muñecas y brazos, formas originales en los anillos y, por supuesto, collares que atraen a primera vista se han convertido en los reyes de las tendencias durante los últimos años.

Que las joyas de tamaño XXL están de moda desde hace tiempo es un hecho, y es que, como explica el diseñador de joyas, Anton Heunis, «fueron los blogueros de moda hace cinco años los que comenzaron a romper esa barrera entre el lujo y las firmas más asequibles».

Lo cierto es que escoger una joya de forma adecuada puede realzar cualquier estilismo, por simple que sea. La sofisticación de un accesorio, unida a la sencillez de un ‘casual look’ es lo que ahora triunfa en las calles.

Este accesorio es la mejor opción para añadirle la luz que le falta a una prenda con tonalidad oscura o para destacar sobre una de un color claro.

Por tanto, los colores neutros, entre los que se encuentran los tonos pastel, la gama de marrones y blancos y, por supuesto, el negro, son los que más invitan a reforzarlos con una pieza de carácter llamativo. Un ‘little black dress’ —o pequeño vestido negro—, por ejemplo, adornado con un maxicollar de un color o diseño vistoso se convierte en todo un éxito a la hora de elegir estilismo.

Aunque la atención sea toda para las joyas en versión maxi, no es necesario llegar a extremos con los que se roce la exageración o con los que se recargue demasiado un ‘outfit’, sino que la clave está en el equilibri

Y es que hay ocasiones en las que solamente es necesario vestir el cuello con una gargantilla o un collar extravagante, olvidándose de añadirle unos pendientes a juego, ya que se convertiría en un look de lo más barroco o excesivo. Y es que el secreto reside en saber combinarlos de forma que no se caiga en el ridículo. Y eso no siempre es fácil.

En caso de duda, la mejor opción es elegir algo que vaya con la personalidad de cada persona, ya que el portador ha de sentirse cómodo a la hora de lucir este tipo de diseños.

Fiel a su estilo

«Lo ideal es llevar siempre una joya que sea acorde al estilo propio de cada uno», aconseja Heunis, quien añade que «la única regla que hay para lucir una pieza llamativa es tener actitud».

Muchas son las celebrities que se «cuelgan» de esta tendencia. Olivia Palermo es un caso de ‘it girl’ que sabe aderezar sus estilismos con collares de talla XXL. Otro ejemplo son los pendientes u otro tipo de joyas en versión «maxi» con los que aparece, siempre que puede, la actriz Blake Lively.

Y, sin ir más lejos, por la alfombra roja de la última edición de los Premios Óscar no se vieron más que distintas formas, más acertadas y menos, de incluir esta moda en los «looks».

Cate Blanchett, por ejemplo, lució un diseño en negro de Maison Margiela, que acompañó con un collar en color turquesa de Tiffany & Co. También Scarlett.

Los piratas fueron los primeros en utilizar el pendiente en solitario, casi siempre como un aro de oro, utilizado como amuleto contra los naufragios y como símbolo de los peligrosos viajes superados.

Hoy en día, este complemento se sube a la pasarela con este mismo ADN canalla y como parte de los «looks» de las principales firmas de moda. Tory Burch, Dior o YSL, lo han utilizado en sus propuesta de otoño/invierno hasta convertirlo en el «must» de la temporada.

La inspiración transita por diversos imaginarios: Givenchy opta por el reino animal con pendientes en forma de cuerno, Louis Vuitton retoma el imaginario de los bucaneros con un aro del que se desprenden varias figuras geométricas, y Celine propone un collage de elementos sin orden ni concierto.