Diario de León

CON MOVILIDAD REDUCIDA (5) Un viaje nostálgico por la literatura y la música de Estados Unidos

delta del mississippi y hw61

Kenny Wayne Shepherd, el gran guitarrista de blues.

Kenny Wayne Shepherd, el gran guitarrista de blues.

Publicado por
J. A. GONZÁLEZ (JOHNNY)
León

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FORTH WORTH

TEXAS

Antes, cuando ibas de vacaciones, lo hacías para desconectar. Olvidar por un tiempo la vida cotidiana y el estrés de la contienda diaria, parecía el logro más importante. Ahora, estos compañeros míos de viaje, lo hacen para estar en contacto con las gentes de siempre. El pack formado por las cámaras, los móviles y el portátil no dan cuartel. Informaciones de lo más variado van y vienen y donde no alcanzan la familia o los amigos, la radio completa el cuadro.

Hoy estamos a 12 de mayo, preparándonos para partir y, escuchando la SER en la tablet, y casi asistimos en directo al asesinato de Isabel Carrasco, la presidenta de la Diputación de León. Con esta noticia, la salida se demoró, porque hubo que informar a algún amigo de León, que estando más cerca, desconocía el hecho.

Este año ha explosionado en España la moda del WhatsApp y para uno como yo, que no ha pasado del papel y del teléfono fijo, esto ya es demasiado. Ese sonido de serpiente de cascabel, que no para ni de noche ni de día, me obliga a mandar un ultimátum a los Whatsapperos:

«Aviso a navegantes de la red o whatsapperos: El que suscribe, junto con Charly y Marta, está realizando un corto viaje por la Costa Este y el profundo Sur de USA, esto es con un uso horario cuya diferencia es de seis horas respecto al de la España Cañí; de modo que estos cuerpos serranos están entregados a un sueño reparador y marciano hasta las 8 a.m., que se corresponde con las 2 P.M. peninsulares. Supongo que ocho horas antes vosotros estaréis entregados a un sueño mariano (Rajoy). Todo ello para aclarar que si estás trabajando y te aburres, te jodes, pero deja la maquinita en paz. Solamente en casos de urgencia máxima (fallecimiento o enfermedad grave de persona allegada) podéis invadir nuestro descanso. Se excluyen las enfermedades venéreas, que si se han producido por follar, pues te jodes. Si es un caso de embarazo, comunícate con Gallardón, dedicado en cuerpo y alma a la defensa de la vida y de la infancia. El resto del tiempo estamos a vuestra entera disposición, pero como diría mi sobrina Carmen, tampoco agobies.»

En la frontera de Texas con Louisiana , un poco al norte de Shreveport y cerca de Blandchard se encuentra la solitaria Iglesia Baptista de Shiloh; al lado, en un pequeño cementerio, la tumba de Hudiie William Ledbetter, Leadbelly. Y yo, que soy una persona negada para las fechas, reconozco el periplo vital de Leadbelly, porque nació en 1888, fecha en que Nieztche dio muestras de locura cuando en Turín (Italia), dicen, abrazó a un caballo que estaba siendo maltratado por un transportista borracho. Además Pablo Iglesias fundó la UGT; y murió en 1949 que fue el año del Nobel a William Faulkner, del nacimiento de Bruce Springsteen y, si me apuran mucho, el año en que nací yo. Entre medias toda una vida a veces violenta, dedicada a la música y los trabajos duros de los negros.

Los Lomax, Alan y John, que estaban por el Sur recogiendo música para la Biblioteca del Congreso (Washington), con un rudimentario equipo de grabación subido en un coche, lo encontraron en la cárcel de Angola (Louisiana) encerrado por asesinato y, dicen, que es el único preso que ha salido de allí cantando. Al parecer lo escuchó el gobernador de la prisión y le gustó tanto que lo dejó libre. Los Lomax lo contrataron de chofer y con ellos recorrió las cárceles del sur grabando la música que hacían los negros: el blues.

Leadbelly había aprendido esta música del bluesman tejano Blind Lemos Jefferson, que, como su nombre indica, era ciego y murió en una noche de tormenta al no poder encontrar el camino hacia su casa, si bien había grabado una docena de temas con una voz aguda que no parece salir de aquél hombretón.

El trabajo a Leadbelly le duró poco, pues aquél carácter endiablado daba pocas posibilidades a la concordia y aún pasó de nuevo por la cárcel acusado de asalto a un bar, antes de sosegarse un tanto y unirse en New York a Pete Seeger y Goody Guthrie, que cantaban a los trabajadores proletarios de los sindicatos.

Fue de los primeros que grabaron La Casa del Sol Naciente y sus temas más emblemáticos han sido versionados hasta nuestros días. ¿Quién no ha escuchado a los Creedence Clearwater Revival cantar Midnight Special, el tema que Leadbelly compuso en la cárcel al tren de media noche, cuyas luces de las ventanillas le traían el ritmo exterior de la vida? ¿O el Where did you sleep last night, en una poderosa versión de Nirvana…

Cuando estábamos presentando nuestros respetos ante la tumba de Leadbelly, llega un páter negro que nos saluda atentamente y un poco después, un grupo de fieles también negros y trajeados. Es increíble, pero en este templo alejado de cualquier pueblo, celebran oficios sagrados. Comentamos que esta Iglesia se construiría para los negros de las plantaciones que la rodean.

Sobre la lápida del sepulcro de Leadbelly alguien había dejado una púa de guitarra.

Kenny Wayne Shepherd, el gran guitarrista de blues, sólo detrás de Clapton y de B.B. King, según la revista Billboard, es de aquí, de Shreveport , y tiene un disco dedicado a Leadbelly que aprovechamos para escuchar en este espacio donde se mezclan lo antiguo y lo moderno del blues.

Preguntamos por Shepherd en esta ciudad y nos informan que sigue en California, por lo que tomamos unas cervezas y ponemos rumbo a Mississippi. Atravesamos antes el río Rojo con la balada en la memoria:

Siéntate a mi lado si me quieres

No te apresures a decirme adiós

Recuerda el valle del río Rojo

Y la persona que tanto te amó.

Entremezclada con el himno del Lincoln Battalion de la Guerra Civil Española, que mantenía la misma música y era La balada del río Jarama:

Hay un valle llamado Jarama

Un lugar que conocemos bien

Allí luchamos con honor

Y nuestros camaradas cayeron

Orgullosos del Lincoln Battalion

MISSISSIPPI

Sigan— Gritó el guardián

¿Qué es eso?— dijo el penado.

Un negro sentado en cuclillas ante la fogata más cercana contestó:

Es él. El Viejo.

(W. Faulkner.

Las Palmeras Salvajes)

El Maestro narra una inundación del Mississippi, de las que periódicamente se producen en el Delta y el negro le llama el Viejo, como si el Mississippi fuera el origen y fin de todas las cosas, el río, el cauce que permanece desde siempre y sus aguas siguen corriendo hasta la eternidad.

Curzamos el Mississippi en Vicksburg y sus aguas se ven a lo lejos poderosas, con un cauce crecido, pero de discurrir tranquilo en esta época del año.

Mississippi es el estado más pobre de la Unión, si bien era el más rico antes de la Guerra Civil, con una economía basada en la esclavitud y el algodón. Ningún presidente, ni vicepresidente han sido de aquí. Tampoco ninguna empresa de alta tecnología, ni de automóvil o accesorios de máquinas tienen su sede en este estado. Sin embargo, es aquí donde nació el blues y donde deambularon aquellos negros que, con un instrumento barato, la guitarra, tres acordes y doce compases…y mucho alma, crearon una parte importante de la música del siglo XX o influyeron en el desarrollo de otros tipos de ritmos: rock and roll, blues eléctrico, soul, pop,…

Además los músicos del Delta agregaban a uno de los dedos de la mano izquierda el slide o cuello de botella, de modo que al presionar la cuerda contra el traste producía un sonido alargado. Alguien dijo que escuchando a estos músicos, uno siente el fango y la sangre del Mississippi.

Ya el compositor de Alabama W.C. Handy , también conocido como El Padre del Blues (The Father of the Blues), contaba que en un viaje al Delta en 1903 escuchó, en un pueblo perdido, mientras esperaba el tren, a un negro desarrapado tocar una extraña música presionando las cuerdas con un cuchillo. Quedó tan impresionado que, años más tarde, dejó la dirección de una orquesta en Michigan para hacerse cargo de una banda de blues en el Delta, en Clarksdale.

Para un geógrafo el Delta del Mississippi es una depresión que se extiende desde Vicksburg hasta Memphis (Tennessee), que han ido desecando lentamente los dueños de las plantaciones situadas a lo largo del río; construyendo diques que a veces cedían ante el ímpetu del Mississippi colérico, como cantaban los bluesmen de la inundación de Vicksburg de 1927.

Para mí, el Delta del Mississippi es un espacio a ambos lados de la mítica Hw. 61, entre Vicksburg y Memphis, donde decenas de músicos negros cantaban con palabras que parecían puros desgarros, salidas del rincón más lóbrego del alma. Un lamento en forma de crónica; una resignación en forma de desengaño. El blues era una forma de redimirse.

Mientras en el resto del país las grandes estrellas del jazz, o los cantantes del blues clásico actuaban ante fervorosas audiencias en locales y salas de conciertos, en el Sur tocaban la guitarra en cualquier barrelhouse o en cualquier esquina y podían ganar unos dólares o unas copas como mucho. Pero desde luego más que recogiendo algodón, si bien nadie pensaba hacer carrera con ello. Ninguno se dedicaba en exclusiva a la música. En los certificados de defunción, de profesión ponían granjero o aparcero. En el de Robert Lee Johnson, recolector de algodón.

En la mitología del blues del Delta el fracaso se veía como un éxito. Los elegantes señores del swing y las excéntricas vocalistas del vodevil se sustituyen aquí por borrachos, vagabundos, pendencieros o asesinos. Cuanto más miserable y problemática fuera la existencia del músico, más posibilidades de entrar en la historia.

En el Mississippi, el músico no creció en escuelas o en salas de fiestas, por el contrario surgió en las plantaciones, en las calles o en la cárcel, y cantó para redimirse ejecutando aquella música que la superstición del Delta consideraba del diablo. Música para pecadores.

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