Medio siglo formando
Escuela y esencia
Nació para preparar a los futuros mineros hace 50 años , por eso el centro de Formación Profesional de La Robla tiene mucha historia a sus espaldas
Lleva nada menos que 50 años formando a profesionales. La Escuela de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso de La Robla cumple medio siglo de vida con mucha historia a sus espaldas. Su largo recorrido comenzó a escribirse a principios de los años 60, cuando la Hullera Vasco Leonesa, dentro de su objetivo de mitigar el desarraigo de las muchas familias que llegaban a la zona procedentes de otras regiones para trabajar en la industria del carbón. En aquel entonces, este centro por el que ya han pasado miles de alumnos de varios puntos de la geografía española, era la Escuela de Aprendices de Santa Lucía y allí se enseñaban materias como mecánica, electricidad o minas.
Con más de cuatro hectáreas de terreno, sus instalaciones la convierten en uno de los mejores centros de Formación Profesional de la provincia y de la comunidad. «Nos hemos dedicado durante cinco décadas a la misma actividad y eso no hay muchos que puedan contarlo», explica su directora, Marisa Bajo.
En sus inicios se dedicó a preparar a sus alumnos para bajar a la mina. De hecho, cuenta con una mina-escuela que ahora acoge visitas y que era en aquel entonces el mejor escenario para preparar a los futuros mineros en lo que sería su vida laboral una vez acabasen sus estudios. Ahora ofrece cuatro ciclos formativos que se dividen en tres grandes ramas: fabricación mecánica, electricidad y electrónica e informática.
«Desde sus orígenes, este centro se ha dedicado al tratamiento del metal y a la electricidad, si bien contó con especialidades que ahora ya no existen como la de minería», señala Bajo, quien destaca que otro de los factores que le diferencia del resto de centros formativos profesionales es la singularidad de su oferta formativa. «Los ciclos de fabricación mecánica solo pueden estudiarse fuera de nuestra provincia, tanto soldadura y calderería como construcciones metálicas».
De hecho, cerca del 75 por ciento de los alumnos del Virgen del Buen Suceso no son de la zona y muchos llegan incluso de otros puntos de la comunidad.
Sus talleres de más de 400 metros cada uno y sus amplias instalaciones, además del esfuerzo inversor que desde sus inicios realizó la Hullera Vasco Leonesa posiblemente tengan mucho que ver con la gran demanda de alumnos. «Nuestra actividad se desarrolla principalmente en los talleres y los resultados académicos siempre han sido muy buenos. Tenemos la suerte de contar con mucho espacio y mucha maquinaria y eso se nota», apunta la directora.
Pero la singularidad de este centro reside también en un aspecto que queda al margen de lo académico, pero que le aporta un importante valor artístico, En sus paredes tiene una obra inigualable que en su día plasmó el gran artista burgalés Vela Zanetti y gracias a la cual, el genial pintor siempre llevó a La Robla en el corazón.