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Publicado por
Andrés Aberasturi
León

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Al margen de asegurar que legalmente no desobedeció al Constitucional en el famoso pseudo referéndum del 9-N, el aun presidente de la Generalidad respondía/advertía en Catalunya Rádio sobre las consecuencias posibles de su próxima imputación: «Durante este proceso —dijo Mas— Cataluña podría llegar a la conclusión que no le interesa el actual ordenamiento jurídico y decide cambiar de marco». Así, con un par, que diría Sabina aunque refiriéndose el cantante al pintoresco ladrón llamado ‘El Dioni’.

Hombre, uno comprende que tras el fracaso en las urnas Mas y los suyos se hayan venido arriba, pero de ahí a cambiar de marco jurídico como quien cambia de almohada en una mala noche de hotel, hay un abismo. No es fácil esperar algo de mayor calado en un político que utiliza la expresión «de buen rollo» para explicar cómo quiere romper con España. Pero lo preocupante no es sólo esa idea peregrina de cambiar de marco jurídico como quien cambia de corbata sino afirmarlo en nombre de Cataluña.

Lo preocupante es que vas examinando de una en una las salidas al llamado «problema catalán» que proponen cada uno de los partidos y no te encuentras más que con frases de fogueo, palabras y retóricas imposibles llenas de buena voluntad, sin duda, pero que dejan de ser tan ilusorias como lo de «salirse del actual ordenamiento jurídico» de Mas.

Y como aquí ya vale todo, por si éramos pocos, salta la CUP que es casi todo lo que se puede ser en la izquierda y que termina en «ista» (anticapitalista independentista, feminista, ecologista, pancatalanista etc.) y propone en boca de su número dos, Anna Gabriel, (lean despacio, por favor) «un formato de gobierno menos presidencialista, que refleje la transversalidad del independentismo». Perdón, ¿podría repetir? Pues más o menos una presidencia compartida o coral que sería la única forma de salvar a Mas del abandono total.Hay que volver a las fuentes para entender todo esto. Hace unos días nos referíamos a la «zapaterada» de que iba a probar lo que el Parlamento de Cataluña aprobara. Ahora cabe recordar una de las frases más célebres en el Senado por el presidente: «El concepto nación es discutido y discutible». Y tanto.

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