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cUBA MARCA LA HISTORIA
Obama ha dejado muchas frases e imágenes para el recuerdo en una visita histórica a la isla caribeña, LA ÚNICA durante el régimen castrista
Imágenes delante del retrato del Che Guevara, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, rindiendo homenaje al héroe nacional José Martí, paseando por La Habana Vieja, su presencia en el Gran Teatro y en el estadio Latino disfrutando junto a Raúl Castro de un partido de béisbol.
Dos días intensos que han dejado un poso histórico que marcará la biografía de Barack Obama, el primer presidente estadounidense que visita Cuba desde que en 1928 lo hiciera Calvin Coolidge, cuando acudió a la VI Conferencia Panamericana.
«El embargo se va a acabar» o «el futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más», resonaron con fuerza en boca de Barack Obama, dos mensajes entre los muchos que el presidente estadounidense ha dejado en su periplo cubano, donde estuvo acompañado por su esposa Michelle, sus dos hijas, y su suegra.
«Creo en el pueblo cubano», proclamó en español Obama en un vibrante discurso con el que se dirigió directamente a los habitantes de la isla y que pronunció en presencia del presidente de Raúl Castro en un abarrotado Gran Teatro de La Habana, uno de los platos fuertes de su visita, un capítulo más en el proceso abierto el 17 de diciembre de 2014, cuando ambos países restablecieron relaciones, rotas en enero de 1961.
EL EMBARGO TERMINARÁ
Obama ha recordado durante su visita que su decisión de restablecer lazos diplomáticos con Cuba se asienta en que la «política de aislamiento» de Estados Unidoshacia la isla en medio siglo «no funcionó» y el embargo «dañaba a los cubanos en vez de ayudarlos».
«Por eso creo que nuestros nietos van a entender que ese periodo de aislamiento fue una aberración. Fue solo un capítulo en una gran historia de amistad y de familia», expresó.
Dirigiéndose a Raúl Castro, Obama dejó claro que «no debe temer una nueva amenaza de Estados Unidos y, por su compromiso con la soberanía y la autodeterminación, tampoco debe temer las voces diferentes del pueblo cubano».
Obama prometió seguir denunciando «decididamente» las violaciones de derechos en Cuba, pero también advirtió a quienes critican la nueva política de Estados Unidos que continuar con el aislamiento dificultará cualquier cambio en la isla. Obama se mostró convencido de que el embargo terminará aunque no aventuró cuándo.
El tema de los derechos humanos ha estado muy presente en los dos días de visita. Principalmente en la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron Obama y Raúl Castro, quien rechazó la existencia de presos políticos en la isla al desafiar a un periodista estadounidense a presentarle el listado de ese tipo de prisioneros para soltarlos.
El presidente estadounidense, que también tuvo tiempo para reunirse en la embajada de EEUU con disidentes y representantes de la sociedad civil, expuso en su discurso en el Gran Teatro de La Habana que «la gente es gente, los cubanos son cubanos. Y vengo aquí, he viajado una gran distancia en un puente construido por cubanos que están en ambos lados del Estrecho de la Florida».
La familia Obama aprovechó su visita a Cuba para hacer turismo. A las pocas horas de llegar a la capital cubana, los Obama recorrieron La Habana Vieja y cenaron en un destacado restaurante.
Además, la Primera Dama estadounidense, Michelle Obama, tuvo una discreta agenda en Cuba, entre ellos, un encuentro con estudiantes y un acto de agradecimiento al pueblo cubano en el que regaló dos árboles de magnolia y un banco de madera, instalados en un pequeño parque de la Plaza de Armas.
«Estoy tan agradecida a ellos (a los jóvenes) y al pueblo de Cuba por compartir conmigo y con mi familia la belleza de su cultura, su historia, su música y su comida», señaló la primera dama de Estados Unidos,