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Vivir viajando

Tras la pista de la media luna

Convencidos de que lo suyo es «vivir Viajando» el leonés Nelson Manuel Bardón y la polaca Joanna Wójcik ponen a punto sus bicicletas para embarcarse en lo que será su gran aventura: Recorrer media península en un proyecto compartido con el público

Joanna Wójcik y Nelson Bardón, protagonistas de la iniciativa ‘Viajando a Media Luna’, posan en una playa durante uno de sus viajes.

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León

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Faltan poco más de quince días para que comience la que será, probablemente, la aventura más alucinante de su vida. El lacianiego Nelson Bardón y la polaca Joanna Wójcik son los protagonistas de esta iniciativa que, bajo el nombre ‘Viajando a media luna’ les llevará por la península en bicicleta; concretamente por la media luna ibérica, de ahí el nombre elegido para su aventura, siguiendo el trazo que marca el recorrido, que se asemeja al del satélite.

Su pasión por viajar y hacer de ello una forma de vida unió a Nelson y Joanna, que ultiman los preparativos de su próxima aventura. DL

Los dos, Joanna y Nelson, son apasionados de los viajes, del arte y de la fotografía y eso les ha llevado a poner en marcha este proyecto conjunto, que comenzará el próximo 1 de julio en Gerona y les llevará a Lisboa.

«Deseamos compartir nuestros descubrimientos, experiencias, fotografías y propuestas», aseguran. Para eso han preparado una página web desde la que seguir este viajar incansable con todos sus detalles y acercar al público su experiencia a dos ruedas (www.viajandoamedialuna.com) desde cualquier lugar. Y es que uno de sus objetivos es compartir, pues «entendemos que la felicidad no será plena si no se comparte», explican.

Dejarán a un lado los lugares más turísticos para centrarse en investigar los pueblos, los lugares, las gentes, las costumbres, las tradiciones o la gastronomía, buscando la conexión, el otro lado de las cosas.

Este ansiado proyecto culminará, una vez dejen sus bicicletas, con un libro —Viaje a Media Luna— en el que recogerán su experiencia viajera «para que el lector pueda vivirla en primer plano, como si verdaderamente estuviera viajando a media luna con nosotros», comentan. Su idea es entretener a quienes les sigan, pero también proporcionar un recurso con explicaciones sobre cómo preparar un viaje, resolver los problemas que surgen durante el recorrido u optimizar los recursos económicos cuando estás en ruta.

«¿Qué puede pasar cuando se encuentran dos personas que desean lo mismo de la vida?», eso se preguntaron Joanna y Nelson antes de dar forma a ‘Viajando a media Luna’. Ellos se lo preguntaron y tuvieron clara la respuesta: «vibrando en la misma frecuencia y viendo el mundo con los mismos ojos, llegó el momento en el que intuimos que podíamos llevar a cabo nuestro proyecto juntos: vivir viajando».

«Almas inquietas»

Estos dos aventureros son «almas inquietas» a las que les asusta la perspectiva de quedarse en el mismo lugar más de unos meses. «Necesitamos movernos, desplazarnos, esa es nuestra gran necesidad, la cual tratamos de cubrir a través de los viajes». Se reconocen afortunados pues se han dado cuenta de que «viajar, que no es lo mismo que hacer turismo, es la única forma pura, verdadera y esencial de entender nuestro estar en el mundo».

Bardón recuerda su infancia en Laciana, con la compañía incondicional de su bicicleta. «Sentía una necesidad incontrolable por cruzar los límites ‘seguros’ que mis padres y abuela me establecían. En muchas ocasiones me atreví a adentrarme en ciertas partes del bosque, del río, de la naturaleza a las que otros niños no iban por miedo o por incertidumbre. Se generaba en mi una sensación indescriptible de emoción, adrenalina, magia y descubrimiento con la que mis sentidos se desplegaban hasta cotas inimaginales», describe.

Soñar con un mapa

Todavía guarda esas sensaciones que ahora le llevan a moverse con la misma intensidad, a buscar su sitio en el mundo, a vivir experiencias. Ya en plena adolescencia, este leonés recuerda «haber comprado un mapa enorme de Europa con la ilusión de empezar a recorrerla a pie nada más cumplir la mayoría de edad. Antes de dormir, noche tras noche, mis ojos viajaban por las innumerables carreteras, caminos, valles, lagos, playas y montañas de la vieja Europa», relata.

Al final, sus estudios universitarios frustraron en parte esos planes, aunque durante aquellos años aprovechó para intercalar los viajes en grupo de la escuela de arquitectura a la que pertenecía con algunos otros en solitario —con mochila al hombro para ahorrar gastos— por Europa en los que conoció de cerca el arte y la arquitectura que estudió en los libros . «Sentirlas de una forma tan cercana, tan íntima y en soledad me aportó un punto de vista sobre ellas único», señala.

Todas estas experiencias le han llevado a tener una cosa clara en su cabeza: «la única forma verdadera de vivir, en mayúsculas, es vivir viajando, hacer de cada día un nuevo nacimiento, cargado de descubrimientos, en el que inventas, conoces, sobrevives, te superas, donde de verdad tocas la tierra, mojas tus manos... y más si lo haces, como nosotros, a lomos de tu bicicleta, dejando a modo de firma infinita nuestra línea de rodada por el mundo»

Una línea cuyo primer trazo se ‘dibujará’ el próximo 1 de julio. El primer trazo de la media luna.

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