¿Casualidad o causalidad?

Hay quien piensa que las cosas pasan por casualidad. Yo, si me lo permite, no creo en las casualidades. Creo que las cosas pasan para algo, que todo tiene una explicación y que nada sucede sin motivo. Es decir, creo en las causalidades.

Le pongo un ejemplo. Hace poco me encontré «por casualidad» a una amiga de la infancia. Es veterinaria y, en medio de una conversación de esas de ascensor, me habló de una enfermedad muy grave que tienen las perras de edad avanzada. Sin venir a cuento nombró los tres síntomas principales de ese mal. Dos semanas después los observé en mi perra. Y, gracias a que recordé lo que esta amiga me había contado, la llevé inmediatamente al veterinario. Se salvó por los pelos.

¿Casualidad o causalidad? Como le decía, no creo en las casualidades. Opino que siempre hay un «para qué» detrás de todo lo que nos pasa. El problema es que a veces no sabemos buscarlo, no nos damos tiempo para descubrirlo o nos preguntamos «¿por qué a mí?» en vez de «¿para qué a mí?». En definitiva, que no confiamos en la vida.

Y sólo cuando uno confía puede llegar ese momento en que todas las piezas encajan. Cuando, pasado un tiempo desde que te despidieron, te das cuenta de que gracias a eso has encontrado un trabajo que realmente te motiva. O cuando, pasado un tiempo desde que tu pareja te dejó, conoces a alguien maravilloso que te cambia la vida. O cuando, pasado un tiempo desde que perdiste esa casa que tanto te gustaba, encuentras otra que encaja mucho mejor en lo que necesitas.

Sí, estoy convencida de que, tarde o temprano, todo encaja y todo cobra sentido. Porque, como decía Steve Jobs, «es imposible conectar los puntos mirando hacia adelante, pero es muy fácil hacerlo mirando hacia atrás».

Así que, si quiere, le invito a que recuerde algún acontecimiento de su vida que en aquel entonces le resultara doloroso y que le busque un «para qué». ¿Para qué le pasó aquello? Con suerte se dará cuenta de que la vida es tan sabia y tan mágica que nos responde con lo que necesitamos en cada momento.