Los detalles de la ley derogada
Las numerosas exenciones a la política del hijo único permitieron que, por ejemplo, en las zonas rurales, donde todavía vive casi un 60 por ciento de la población, se pudiese tener hasta dos hijos si éstas son hembras, mientras que las minorías étnicas (en China hay 55) también estaban libres de esta prohibición. La prohibición produjo irregularidades tales como numerosos abandonos y abortos de niñas en las zonas rurales, donde tradicionalmente se consideraba que un niño tenía más valor, aportaba dinero y se ocupaba de sus padres cuando éstos envejeciesen, a falta de pensiones. Al mismo tiempo, muchos nacimientos no se registraban, como en el caso de los hijos de los más de 100 millones de campesinos que emigran temporalmente a las ciudades en busca de trabajo.
En el extremo contrario, las familias más ricas del desarrollado este de China preferían pagar la multa que se aplicaba cuando se teníamás de un hijo, o fijar su residencia en territorios como Macao o Hong Kong para saltarse esta política.
La política del hijo único fue aplicada a menudo de forma extrema, con casos de abortos y esterilizaciones forzadas como sucedió hace dos años en la provincia oriental de Shandong. En muchas zonas del país donde ha existido un mayor desarrollo industrial hay un gran desequilibrio entre la población masculina y la femenina y ello se debe, entre otros factores, a que desde los años 80 se utilizaron con frecuencia ecografías para saber el sexo del feto, y muchas madres abortaron al saber que iban a tener una niña.
Las ecografías estaban prohibidas en toda China, lo que no evitó que el desequilibrio de sexos continuase.