Cervantes
Se acerca el 23 de abril, día del libro. Eligieron esa fecha por la muerte de Miguel de Cervantes, que ocurrió en Madrid el 23 de abril de 1616, aunque hay quien sostiene que fue el 22 de abril. Fue enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas, en el madrileño Barrio de las Letras. Hace unos años intentaron buscar sus restos. Pensaron que los habían encontrado. También intentaron buscar los huesos de Federico García Lorca. Vivimos entonces una auténtica pasión ósea por la literatura. Yo creo que un país tiene la obligación de encontrarse a sí mismo y la mejor manera de hacerlo es buscando a sus muertos,.
Estoy pensando en todos esos cuerpos que aún quedan en las cunetas españolas, asesinados en la guerra civil, y que siguen reclamando un poco de dignidad y de respeto. No venganza, sino solo un poco de luz y de memoria. Memoria limpia como el agua del deshielo en abril, esa que ahora desciende abundante desde los ríos del Pirineo. La compasión es la primera víctima de todas las guerras civiles. Hicieron bien en buscar los huesos de Cervantes y Lorca. Y tienen que seguir buscándolos. Es una forma de recordarlos y de honrarlos. Desgraciadamente, y casi como en un movimiento simbólico, ni los restos de Cervantes ni los de Federico García Lorca han aparecido. Tal vez se niegan a ser encontrados en solidaridad con los más de cien mil asesinados de la guerra civil española a manos del franquismo y que siguen en las cunetas.
Los dos, Cervantes y Lorca, simbolizan una forma de ser español que lleva dentro la indulgencia, la amabilidad, la tolerancia y la libertad. Lo que tenemos que hacer todos el 23 de abril es comprar muchos libros. La única esperanza que nos queda es leer todos los libros, o cuantos más libros mejor. Leer muchas novelas, muchos libros de poemas, muchos ensayos, todo lo que se nos ocurra. Si leemos, tenemos una oportunidad para entender el mundo.
Es una auténtica españolada llamar facha a un militar del siglo XIX. Los libros nos salvan de la ignorancia de quienes nos gobiernan. Pronto habrá quien tilde de facha también a Miguel de Cervantes, al fin y al cabo fue militar y monárquico, argumentos no faltarán. Cervantes murió de diabetes a los 66 años. No vio su gloria. Ni la presintió, pero eso da igual. Solo por Cervantes vale la pena ser español y serlo con la mirada limpia, el alma sana, las manos honestas, el corazón tranquilo y el pensamiento libre.