En el trono de la moda
Imbatible a sus 85 años, sigue reinando en el universo de la moda, creando sueños y vistiendo a mujeres de todos los círculos sociales
Es uno de los mayores conversadores de Europa occidental, habla cuatro idiomas y es un icono reconocible al instante por su imagen: gafas oscuras, camisas blancas de cuellos altos y guantes de motorista. Sin embargo, fue su visión románica y su obsesión por el futuro de la moda lo que hizo que el imperio Chanel sea lo que es ahora.
La empresa que, tras la muerte de Gabrielle Coco Chanel, solo vendía perfumes y trajes de tweed, actualmente está revalorizada en ocho mil millones de dólares, una razón de peso suficiente para que el alemán se haya ganado el mote de ‘El káiser de la moda’
A sus 85 años sigue creando sueños que se pueden comprar por miles de dólares, mientras su imperio continúa creciendo y marcando tendencia por todo el mundo a través las doce colecciones que presenta al año, tanto de prêt-a-porter, como la de alta costura: ocho para Chanel, dos para Fendi y otras dos para su marca homónima.
Son 35 años los que el diseñador lleva al frente de la firma y ha logrado conservar el legado por encima de modas y tendencias, adaptando el eterno estilo ‘chez’ Chanel al sentir de cada momento y aportando la continuidad que esta firma merece.
Como cualquier diseñador, el alemán ha elegido, a lo largo de su extensa trayectoria, algunas mujeres que han terminado convirtiendose en sus musas, desde la dulce francesa Vanessa Paradis a la camaleónica y rebelde Kristen Stewart.
MUSAS ICÓNICAS
A principios de los 90, la modelo Linda Evangelista formaba parte del grupo exclusivo de las supermodelos y fue su versatilidad de entonces la que inspiró y conquistó a Lagerfeld, quien la convirtió en la estrella de la mayoría de sus desfiles.
La llegada del huracán Claudia Schiffer rompió los esquemas del diseñador, ya que después de Inès de la Fressange, la alemana aportó un aire fresco a la firma con su melena rubia y su imagen exuberante, algo que la ha convertido en una de las modelos más significativas para este diseñador y empresario.
La relación entre el káiser de la moda y la actriz Krisen McMenamy es una de las más consolidadas. Se convirtió en imagen de Chanel en 1992 y el día de su boda fue acompañada al altar por el propio modista, demostrando que su vínculo no solo era una cuestión de pasarela. En 2011 la veterana reapareció sobre la tablas vestida, como no podía ser de otra forma, de Chanel.