El denim nunca muere
Temporada tras temporada, el tejido vaquero es imbatible, amplia su radio de acción y ofrece versiones audaces de gran personalidad
Con gran poder de seducción el denim, práctico y resistente, se reinventa temporada tras temporada. Habita en la mayoría de las casas.¿Cuántas prendas de tela vaqueras se tienen en el armario?.
Este tejido tiene influencia en la sociedad desde que se desarrollara en Nimes, Francia. Después, a mediados del siglo XIX, un comerciante de Baviera, Levi Strauss, se instalaba en la estadounidense San Francisco para vender tiendas de campaña a los mineros, pero la preocupación era otra: la resistencia de los pantalones a la rudeza del trabajo y al peso de las pepitas de oro que guardaban en los bolsillos y que rompían constantemente.
Fue entonces cuando ideó unos pantalones resistentes al agua, al frío y a las piedras para los buscadores de oro. Con ayuda del sastre, Jacob Davis, Strauss reforzó los pantalones confeccionados con denim en color marrón con remaches de cobre.
Ssí nacieron los vaqueros tal como los conocemos. «Un modelo que evolucionó, y que granjeros y vaqueros incluyeron en su uniforme de trabajo», recuerda a Efe la estilista Pepa Fernández .
El color azul índigo apareció cuando los genoveses tiñeron la tela. En 1934, el señor Strauss dio un paso más y lanzó al mercado el primer modelo diseñado exclusivamente para las mujeres que trabajaban en la agricultura. El denim también se instaló en el Oeste estadounidense y se convirtió en uniforme de cowboys, sheriffs y forajidos, «prendas duras para tipos duros», añade la estilista, para quien no pasa por alto la importancia de este tejido en Hollywood.
Elección de estrellas
Su irrupción en la moda y en el glamur llegó en los 50 del pasado siglo, gracias a estrellas como Elvis Presley, Marlon Brando o Marilyn Monroe que empezaron a popularizar esta prenda. Con ella se convirtieron en iconos del vestir.
El vaquero se convierte en símbolo de la joven contracultura. Era el uniforme de la rebeldía y de la libertad, de la protesta social. En la década de los 70, el denim alcanza su máxima expresión con el patrón en forma de campana y se convierte en la prenda favorita de Mick Jagger, Bob Marley, Debbie Harry, John Lennon o Steve McQueen.
En los 90, modelos como Kate Moss, Claudia Shiffer, Carla Bruni o Naomi Campbell los lucieron rectos, pitillos, o campana a modo «shorts». Se desata una locura por este tejido que se presenta rasgado, bordado, desteñido o decolorado en pantalones, cazadoras, camisas.
«Este tejido obsesiona, engancha», dice Pepa Fernández, quien asegura que esta temporada vuelve a imperar el «look total denim», un estilismo que requiere prendas que sienten bien.
A la mayoría de la gente le cuesta encontrar pantalones vaqueros que le vayan como anillo al dedo, pero cuando lo consigue, esta prenda se utiliza casi a diario y resulta cómodo.
El tejido denim también cambio en el «dresscode» social. Y es que, se puede asistir a casi todos los eventos con prendas vaqueras combinadas con otras más sofisticadas y elegantes. Moderno, sexy, libre. El denim tiene la capacidad de adaptarse a todas las tendencias y cada temporadas se convierte en la prenda fetiche. Pantalones, cazadoras o camisas se confeccionan con este tejido universal que nunca pasa de moda, siempre se reinventa.
Wrangler presenta una colección empapada en la nostalgia de la década de los 80, con la que resucita la energía juvenil de la marca. Cortes y tejidos lavados de aire retro son el denominador común. El modelo vintage «boyfriend», el corte recto y el cierre de botones, caminan junto a otros modelos más ajustados y pantalones cortos. La cintura alta adopta protagonismo en pantalones de corte recto. Las chaquetas las presenta en un pálido azul lavado o un intenso morado y las camisas presentan estampados y bordados.
No hay una forma definida para llevar el denim.