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La zancadilla a mauricio macri

La hiperinflación, el paro, la crisis cambiaria y la destrucción de empresas golpean las aspiraciones del presidente argentino a la reelección. Uno de los pocos sectores que crece es el que se especializa en el desguace de fábricas, donde la demanda se ha quintuplicado en los últimos meses.

María Paulina Rodríguez

Publicado por
marcela valente
León

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Acorralado por una depresión económica fulminante en algunos sectores, el Gobierno de Mauricio Macri en Argentina transita su último año de gestión en la búsqueda urgente de algún indicador que justifique su proyecto reeleccionista. No obstante, lejos de proyectar una mejoría de aquí a los comicios de octubre, los pronósticos auguran riesgos de una nueva crisis cambiaria que sólo contribuiría a agravar el estado de cosas.

Tras la devaluación de 2018, la actividad económica del año cayó un 2,6%, según datos oficiales. En noviembre y diciembre el indicador se hundió un 7 y 7,5%, respectivamente. En promedio, un 56% de las instalaciones industriales están ociosas y en algunas actividades como la textil apenas se opera al 32% de la capacidad.

En este contexto uno de los pocos sectores que crece es el que se especializa en el desguace de fábricas. Es decir, desmantelar plantas y reducir la maquinaria a chatarra. Allí se quintuplicó la demanda. En algunos casos se destruyen máquinas que tienen dos años de uso. Las compañías las rematan o las entregan para su reducción. Los aumentos de tarifas, la caída del consumo y las tasas de interés que impiden el acceso al crédito son la causa de este nuevo y creciente fenómeno.

En el caso de la industria de la automoción, las instalaciones funcionan al 25,6% de su capacidad, según la última medición oficial. Las existencias acumuladas obligan a suspender personal, despedir o cerrar plantas. Ocurre en Peugeot, Fiat, General Motors o Renault. En febrero, la venta de coches se desplomó un 42,8% respecto al mismo mes de 2018. Los vehículos Chevrolet tuvieron una caída aún mayor, del 54,5%.

La contracción en la industria y el incremento en el número de comercios y fábricas en concurso preventivo o quiebra muestra un panorama similar al de 2002, luego del colapso que sacudió a Argentina en 2001. Hoy como entonces la deuda externa representa casi el 100% del PIB, porcentaje similar al de aquel trauma. Sólo el millonario rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) al plan de Macri permite disimular la amenaza de un cese de pagos.

La combinación de depreciación de la moneda con una inflación que se acelera y una caída del poder adquisitivo de salarios y pensiones -que fue del 12 y 15%, respectivamente el año pasado- sumergió la popularidad de Macri. Los incrementos de combustibles y tarifas de servicios públicos, muy por encima de la inflación promedio, resultaron letales. El consumo cayó un 3% en supermercados en 2018, con una contracción mucho mayor en diciembre (8,7) y un impacto de dos dígitos en el sector de electrodomésticos.

Precios disparados

Según estadísticas oficiales desde que Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015 la inflación acumula un 160% de subida. Pero en tarifas fue muy superior. Sólo el gas se incrementó un 2.400% desde entonces. En porcentajes similares subió la electricidad, el agua y apenas un porcentaje menor el transporte y el combustible.

Durante el pasado ejercicio, el indicador anual de precios alcanzó el 47,6%, con un aumento mayor en el caso de alimentos. El combustible, en ese mismo año, experimentó un alza del 60%. Las empresas de transporte público señalan que cayó un 10% el número de pasajeros. Algunos analistas hablan de «hiperinflación» ya que se trata de aumentos descontrolados. Este año que Macri había prometido bajar la inflación, en enero, el índice subió un 2,9 y para febrero se espera un número cercano a 4, de acuerdo a estimaciones del Banco Central, pese a que redujo la emisión monetaria.

Sin perspectivas de cambiar la tendencia en el corto plazo, el desempleo llegó al 9% y la pobreza subió del 26% en 2015 al 33,6% en 2018. Desde el Ministerio de Desarrollo Social admiten que la subida será mayor este año.

Frente a estos datos, la imagen de Macri se despeña. El 64% de los ciudadanos lo desaprueba, según el sondeo de Poliarquía. Y apenas un 28% mantiene una imagen positiva del presidente argentino. La encuesta de Rouvier, por su parte, señala que el 70% del electorado no cree que el actual mandatario pueda resolver el problema mayor que según ellos es la inflación. El contexto permite, en cambio, un crecimiento de la imagen de su antecesora, Cristina Fernández, que no ha definido aún si se presentará a los comicios pero encabeza ya las preferencias del electorado.

En medio de una profunda crisis y con un disgusto social creciente ante las políticas monetarias y financieras del presidente Mauricio Macri, la actividad económica en Argentina cayó en 2018 un 2.6 por ciento, además de que perdió 1.5 por ciento del empleo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al dar a conocer el Estimado Mensual de Actividad Económica (EMAE).

Sólo en el último mes de 2018, se registró un «incremento desestacionalizado de la actividad económica de 0.7 por ciento», lo que desde el gobierno del presidente Mauricio Macri, fue considerado como una señal de que la baja habría encontrado ya su piso, por lo que esperan que de ahora en adelante comenzará a crecer, sin embargo, esto no generó ningún beneficio palpable para la sociedad.

Según el Indec, el crecimiento de diciembre obedeció principalmente al «buen desempeño del agro, el comercio y el turismo», y según fuentes oficiales este dato preliminar indicaría que el piso de la recesión habría ocurrido en noviembre.

Pero el punto importante, es que la sociedad argentina sigue esperando que estos números representen algún beneficio para su familia y como no ha sucedido, se mantienen muy elevados los nivele de tensión y de descontento entre muchos sectores de la población.

Macri, quien llegó a la Presidencia con la promesa de lograr la «pobreza cero», dijo que el Gobierno va a seguir «acompañando a los que más lo necesitan», dando «respuestas concretas donde haya más urgencias». En este sentido, adelantó que en diciembre volverá a otorgarse un aumento en las ayudas sociales que se pagan a los sectores más vulnerables.

«La mayor parte del Presupuesto 2019 está destinada a la inversión social, como nunca antes lo estuvo. La prioridad hoy es estar con los que más lo necesitan en esta emergencia», afirmó Macri.

Lanzado a la carrera presidencial por la reelección en octubre, Macri ve cómo paulatinamente su imagen cae en los sondeos a medida que se agudiza la recesión. Si las urnas se abrieran hoy quedaría segundo, por debajo de la senadora y expresidenta Cristina Fernández, que hoy se ausentó de la Cámara durante el discurso.

La pérdida de popularidad de Macri ha empujado a sus aliados políticos a especular con buscar otros candidatos para las primarias conservadoras. Inclusive se especula con la posibilidad de que el presidente no se postule si sus niveles de aprobación siguen cayendo. Actualmente, los sondeos señalan que tiene 25% de respaldos y que un 64% no cree que pueda solucionar los problemas que sufre Argentina.

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