Mente tranquila y corazón abierto
El mindfulnes es considerado, para muchos, una forma de vida. Una técnica de concentración mental que busca fijar nuestra atención plena en el momento presente. Lo que significa tratar de alcanzar el mayor nivel de concentración posible en un momento exacto que siempre es AHORA.
El mindfulness es una enseñanza o doctrina filosófica que proviene del budismo. Tiene su origen en el No - roeste de la India, más concretamente en la ciudad de Bodh Gaya. Su mayor exponente es Siddharta Gautama ‘Buda’ quien ya realizaba esta práctica hace unos 2500 años a.c. La palabra mindfulness significa en su idioma de origen (idioma en el que se registraron las enseñanzas de Buda): in - tención, atención pura, recepción y presencia del corazón. Lo que le convierte des - de sus inicios en un amplio concepto que abarca al mismo tiempo una práctica formal de meditación y una manera de percibir el mundo, la vida y a uno mismo. En occidente esta práctica llegó gracias a la figura de Jon Kabat Zinn, un profesor emérito de medicina. Sus estudios realizados con diversos maestros budistas le hicieron integrar parte de dichas enseñanzas a la medicina occidental.
Tipos de mindfulness
Meditar es una técnica que busca la concentración mental para conectar contigo mismo. Se puede hacer en silencio, siguiendo una meditación guiada, en grupo, o acompañada de cantos. Habitualmente se hace reposado en una posición fija, aunque también existe la posibilidad de hacerlo en movimiento.
- Meditación individual: se subdivide en otros dos apartados: Práctica formal: más sistematizada. Meditaciones en las que premia la importancia la práctica de la respiración y el body scan (reconocer/sentir cada parte de tu cuerpo) Prácticas informales: consiste en centrar la atención en lo que vas haciendo en la vida. Para ello se llevan a cabo tareas cotidianas que te hacen ganar estrategias que favorezcan su desempeño y la atención en la propia tarea. Válido para el día a día, las relaciones con los demás y contigo mismo.
- Meditación guiada: es una buena opción para aquellas personas que no se sientan seguras de meditar solas. Para ello se utilizan las locuciones de profesionales de la meditación. Este tipo de meditación suele iniciarse con la sugerencia de que se tome una posi - ción cómoda y con la espalda erguida, para favorecer así a la concentración. Constan - temente se recuerda el valor de la respira - ción como ancla de esa atención plena que tanto busca el mindfulness. Ya que en esta práctica es habitual que aparezcan un mon - tón de pensamientos, que hay que recono - cer y aceptar, pero siempre hay que tratar de retomar ese ancla (respiración) que te conduce al presente: la meditación en con - creto. Además en la meditación guiada te suelen hacen ser consciente de cada par - te de tu cuerpo.
- Meditación en grupo: para muchos es una experiencia más transformadora, profun - da e intensa que si se realiza individual - mente. Son contextos introspectivos en los que, aunque vayas acompañado, te quedas a solas con tu propia mente y con todo lo que esto conlleva. A pesar de que todos los participantes estén en silencio y sin ape - nas poder mirarse para no entorpecer su conexión con su interior, todos ellos com - parten el hecho de que atraviesan desafíos parecidos y están realizando una misma acción en un mismo instante y espacio. La meditación grupal proporciona apo - yo y aliento en momentos difíciles, además de hacernos sentir acompañados en la so - ledad. El hecho de que sea en grupo siem - pre facilita el intercambio de experiencias entre los participantes, los cuales apren - den los unos de los otros.
La meditación individual centra la atención en lo que vas haciendo en la vida. Para ello se llevan a cabo tareas cotidianas que te hacen ganar estrategias que favorezcan su desempeño
¿Por qué meditar?
- Para gestionar el estrés
- Para sentirnos en paz y tranquilidad
- Para afrontar y sobrellevar situaciones dolorosas, de sufrimiento o lucha
- Para afrontar y sobrellevar enfermedades crónicas
Pero, sobretodo ayuda en el hecho de no perderse en el piloto automático. Lo que quiere decir ser conscientes de nosotros mismos y de los que nos rodean, no solo seguir la inercia sin saber qué estamos haciendo. Ser consciente significa estar despierto y plenamente presente en el momento presente. Esto es muy importante porque en nuestra mente constantemente se procesan todo tipo de pensamientos de forma involuntaria. Al meditar y tratar de estar concentrado en el momento presente, se le da valor a la acción que se está realizando en ese momento y no a esos pensamientos intrusivos que te distraen de tus objetivos planteados. No te fijas en el pasado, ni en el futuro, sino en ti mismo viviendo el presente que es lo que te hará alcanzar una sensación de bienestar y paz mental.
¿Para qué meditar?
Este apartado está estrechamente relacionado con el apartado anterior. Muchos de los objetivos que se asocian a esta técnica derivan en grandes beneficios para nuestra salud y bienestar (físico y mental). No es raro que en multitud de ocasiones las personas emprendan este tipo de prácticas para tratar de obtener unos beneficios que suelen expresarse de algún modo físico. Sin embargo, en el Mindfulness empiezas a ser consciente de que muchos de esos objetivos tienen más que ver con el lado mental (paz interior). Lado que también se expresa corporalmente en nuestra persona: somatización.
- La meditación sirve para darnos cuenta de las personas que nos rodean y de cómo interactuamos con ellos, para así abrir la puerta hacia más posibilidades y opciones de cómo actuar.
- Además, al ser conscientes de nosotros mismos, conocemos nuestros patrones mentales y emocionales, lo que hace que podamos empezar a modificar conductas habituales.
- Ayuda a desarrollar nuestra cualidad de concentración.
- Sirve para alcanzar una conciencia tranquila, recogida y sin distracciones.