Saldaña rescata a los reyes de León

Nunca antes se había realizado una muestra de estas características. Hasta el 31 de enero la galería Cinabrio muestra 26 acuarelas del artista Carlos Saldaña en las que reinterpreta a los coronados leoneses, los artífices de la Reconquista que, tras la caída de los godos y la invasión árabe, resistieron desde las montañas de la Cordillera Cantábrica hasta el canto del cisne de Boabdil.

Explica el creador que en Acero y púrpura se ha logrado además añadir un rey inédito, Alfonso Froilaz ‘El Jorobado’, hijo de Fruela II, que reinó a penas un año, de 925 hasta que los hijos de Ordoño II le expulsaron del trono a comienzos del año 926. En el año 932, Ramiro II de León ordenó apresar y cegar a todos los miembros de su familia que se oponían a él: Alfonso Froilaz y sus hermanos Ordoño y Ramiro —primos de Ramiro II— y Alfonso Ordóñez —hermano de Ramiro II y el que fuera Alfonso IV de León—.

Carlos Saldaña también incluye a don Pelayo, que si bien se cuenta siempre en la monarquía asturiana es, según el mismo Alfonso X el Sabio el primer rey de la dinastía leonesa. «La ejecución de esta exposición la realicé a lo largo de tres años, quise dar a conocer a los monarcas del Reino de León a través de la historia apasionante de la Reina Dña. Urraca que fue mi primera acuarela, después decidí pintarlos todos», subraya el artista. El artista añade que la muestra nace con una clara vocación didáctica con el objetivo de que el público que se acerque hasta la galería Cinabrio interiorice de manera clara la historia del Reino, «cada día más injustamente relegado al olvido». Por ello, cada una de las acuarelas se acompaña de la historia del rey o reina que muestra. En la exposición, mi primera acuarela que he pintado es el rey D. Pelayo, pues a partir de Pelayo los designan a todos con el nombre de reyes de León. Luego continué con García I, hasta terminar con el último, Fernando III el Santo. El día de la exposición, fue presentada por los catedráticos de historia de la Universidad Don Manuel Valdés y Cesar García Álvarez. Éste último alaba la el esfuerzo «encomiable de Saldaña en lograr que los cuadros resulten fieles a cada detalle de la apariencia, hechos y aura legendaria que las diversas fuentes ofrecen sobre ellos». Añade además que con un estilo que remite directamente a la pintura de historia decimonónica, el artista logra crear imágenes plenamente mnemónicas en el sentido original del ars memoriae, esto es, formas que impactan en los sentidos y permiten convertir cada detalle en la perfecta y académica traducción visual de complejas ideas en las que se cifran las aspiraciones, logros y fracasos del ciclo histórico del fascinante y aún desconocido regnum legionense.