Factores de riesgo
En la primera quincena de agosto se produjeron la mayoría de los 1.714 fuegos ocurridos este verano, y se quemaron 8.246 hectáreas. Son fechas con altas temperaturas y gran cantidad de tormentas secas con aparato eléctrico
Transcurrido el periodo estival de máximo riesgo, la consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, ha dado a conocer los datos más significativos del Operativo de Incendios Forestales en los que se recogen que, a 30 de septiembre, se habían producido en Castilla y León 1.714 incendios en los que ardieron 8.245,6 hectáreas arboladas. Sin embargo, conviene resaltar que en el pasado verano ha habido circunstancias excepcionales tanto en la duración como en la extensión de este tipo de siniestros. Así, la mayoría de ellos y los más graves de todo el año (Cebreros y La Solana, en Ávila; La Tesla y Escóbados, en Burgos, y Agallas, en Salamanca) se produjeron en torno a la primera quincena de agosto, registrándose temperaturas de hasta 40ºC durante el día y mínimas 25ºC. A esto hubo que añadir índices muy bajos de humedad y numerosas tormentas secas acompañadas de abundante aparato eléctrico y fuertes vientos. Con estas condiciones extremas y, a pesar del incremento de la calidad de los medios aéreos de extinción y de la mayor profesionalización de los recursos humanos, sólo en esas fechas de agosto se quemaron más de 7.000 hectáreas en 541 incendios, el 30% de los cuales (159) fueron provocados por rayos, porcentaje muy superior al de la media de los últimos diez años que es del 6,7%. Según afirmó María Jesús Ruiz, «aunque no podemos estar contentos creemos honradamente que han funcionado todos los medios empleados y se ha hecho un ingente trabajo de coordinación de los medios aéreos, que han estado en servicio más horas de las deseables, pero estábamos ante situaciones de emergencia». Mejoras en el dispositivo de extinción La consejera manifestó que en Castilla y León existe un sistema contra incendios que actúa durante todo el año y en el que se integran los medios de prevención y extinción habiéndose destinado este año un total de 59 millones de euros, 40 y 19, respectivamente a cada fin. María Jesús Ruiz manifestó también que se ha puesto en funcionamiento a pleno rendimiento el Plan 42, que pretende modificar las conductas de utilización del fuego en el medio rural y que ya está empezando a dar los primeros resultados positivos. Además, dentro de la prevención activa, destacó la labor de las 9 Brigadas de Investigación de Incendios Forestales, encargadas de determinar las causas de los incendios y poner a disposición de jueces y fiscales los documentos técnicos que les faciliten su labor. Hasta el pasado 30 de septiembre han realizado 479 investigaciones y entregado a la fiscalía 83 informes, elevándose a 46 el número de detenciones, denuncias o causantes identificados en materia de incendios. En esta campaña se ha incrementado el operativo, además de con un avión más de cobertura regional, con la utilización de helicópteros con mayor capacidad de transporte de personal. En total, se cuenta con 176 puestos de vigilancia, 177 autobombas, 189 cuadrillas, 29 aeronaves (incluidas las que el Ministerio de Medio Ambiente pone a disposición de Castilla y León) y 14 retenes de maquinaria. Y en cuanto a medios humanos, entre ingenieros, agentes forestales, trabajadores de cuadrillas y tripulaciones la cifra alcanza las 3.974 personas.