Ramsés I vuelve a Egipto
La última momia de faraón que se encontraba lejos de Egipto regresa desde EE.UU: para reposar en la tierra que gobernó hace 3.500 años.
La momia de Ramsés I fue introducida en el Museo de Egipto en El Cairo con honores de jefe de Estado, a pesar de que no existe seguridad absoluta de su pertenencia al que fuera fundador de la XIX dinastía, que marcó la edad de oro del Imperio Nuevo egipcio. Los niños del colegio del Museo, vestidos como sus antepasados, acompañaron la caja, envuelta en la bandera egipcia, mientras entonaban himnos militares como los que se escuchan en el aeropuerto en las visitas oficiales. «El regreso de Ramsés I quedará reseñado en todos los libros de Historia, ya que es la primera vez que un museo devuelve la momia de un faraón. Esperamos que este gesto ayude a otros museos a estudiar la posibilidad de devolver otras valiosas antigüedades egipcias», explicó el arqueólogo egipcio y director del Consejo Superior de Antigüedades egipcias, Zahi Hawas. «Aunque no tenemos pruebas al cien por cien de que la momia sea de Ramsés I, los informes y los estudios arqueológicos indican que es una momia real», añadió Hawas. «El gran sueño de los egipcios» Hawas descubrió el cuerpo, que será exhibido durante un mes y medio en el Museo de El Cairo, antes de ser trasladada a Luxor, antigua Tebas, capital de la XIX dinastía. «El regreso de la herencia cultural de Egipto que fue ilegalmente sacada del país es el gran sueño de todos los egipcios», señaló en un comunicado el ministro de Cultura, Faruk Hosni, que no pudo asistir a la bienvenida. En medio de una gran expectación y ante decenas de medios de comunicación egipcios y extranjeros, Hawas relató los pormenores del rescate de la supuesta momia de Ramsés I, sacada ilegalmente de Egipto en la segunda mitad del siglo XIX. «La odisea de Ramsés I empezó en 1870 cuando la familia de Abdel Rasul consiguió expoliar su tumba en el Valle de los Reyes de Luxor (a unos 725 kilómetros al sur de El Cairo)», subrayó Hawas. «En 1871 fue vendida al anticuario inglés Mostafa Agha, quien la revendió al museo de Arte de la Cataratas del Niágara (Canadá), que la adquirió sin saber que pertenecía a un rey», continuó. Este museo se declaró en quiebra en 1999 y vendió toda su colección -incluida la momia- a un tratante canadiense, quien al no sentirse atraído por las antigüedades faraónicas se las ofreció al «Museo Michael C. Carlos» a cambio de dos millones de dólares. Uno de los directivos del museo pagó un millón, mientras que el resto fue reunido a través de una colecta pública entre la población de Atlanta, a la que ahora una frase al pie de la momia agradece que la haya «regalado» a Egipto. Apoyado en esta historia y en diversos estudios hechos por el museo «Michael C. Carlos», Hawas justifica que la momia pueda ser del propio Ramsés I. Según el arqueólogo egipcio, existen varios indicios que prueban esta teoría: Agha fue el comprador de todos los tesoros robados por los contrabandistas en la tumba de Ramsés I.