«La curación sólo es posible si el cáncer se ve a tiempo»

El doctor Marcelino González Martín antepone a cualquier explicación la certeza de que lo primero que hay que señalar es que el cáncer puede ser vencido, se puede curar -recalca-, cuando se detecta precozmente. Ésto sólo sucede cuando el tumor está todavía dentro de la próstata. Cuando ya ha salido, es tratable, en base a que tenemos métodos eficaces para que el paciente tenga una buena calidad de vida, sin molestias. -Pero ya no es curable... -Efectivamente. En ese otro supuesto, ya no lo es. Sin embargo, con la medicación que tenemos podemos tratarle durante años, pero a medida que pasa el tiempo, ese cáncer se va haciendo menos sensible, más resistente, y llega un momento que el tratamiento hormonal no es suficiente. -¿Otras soluciones? -Bueno, la quimioterapia, pero el cáncer de próstata es poco sensible a este método. -¿Cómo se cura? -De distintas formas. La primera con cirugía, la prostatectomía radical, que permite extirpar toda la glándula prostática; otra mediante radioterapia externa radical, consistente en el empleo de rayos de alta energía, como los X; la tercera, braquiterapia, que se basa en una técnica de implantar semillas radiactivas que se ponen dentro de la próstata y que producen una radiación. Precisa que la glándula no sea muy grande como condición previa. -Hay otro nuevo procedimiento -agrega-, la crioterapia, que se hace mediante congelación. En este método, el que está aceptado como el mejor es la prostatectomía. Todos los demás tienen que compararse con los resultados de la cirugía y no poseen todavía suficiente bagaje. -¿Tienen todos efectos secundarios? -Todos. Los más importantes son incontinencia de orina e impotencia sexual. Como estamos hablando de diagnóstico precoz significa que lo hacemos de gente de unos 65 años, para los que estos dos aspectos tienen una gran importancia, hay que tratar luego de solucionarlos. -La prostatectomía se empezó a hacer -prosigue- a comienzos de 1900, aunque no había un concepto claro de lo que era precoz o tardío. Albarrán, que fue un gran urólogo español nacido en Filipinas, que luego trabajo en París, ya describe esa técnica. Luego se dejó de practicar, pero ha vuelto ahora con el descubrimiento, por una parte, del PSA y por otra con la aportación del, posiblemente, mejor urólogo mundial, Patrick Walsh. -¿En qué consisten? -A finales de los 70 y comienzos de los 80, Walsh hizo unos estudios muy interesantes sobre unos nervios que van al lado de la próstata y que se llaman vandeletas neurovasculares. Lo más significativo es que si se conservan pueden también mantener la capacidad de erección y por tanto la actividad sexual del afectado. También se evita la incontinencia. Cón él llegó, asimismo, la actual técnica quirúrgica, lo que se llama prostatectomía radical retropúbica. Los otros métodos necesitan un poco más de consolidación. En la Ciudad Sanitaria se imparten la braquiterapia y la radioterapia y pronto vamos utilizar la crioterapia.