«Un análisis de sangre y del PSA me salvó la vida»

«Cuando me dijeron que tenía cáncer de próstata, sentí que el mundo se me caía encima, que eso no me podía estar pasando a mí, que era un mal sueño», recuerda Enrique Rodríguez Hervada, un decorador que ha superado la enfermedad, después de ser intervenido quirúrgicamente por el doctor Marcelino González Martín. Ahora, feliz por haber descubierto la importancia de la vida, relata cómo fue ese día y el triste descubrimiento. -En realidad, fuí al médico por consejo de mi cuñada, porque había tenido una afección de garganta. El PSA me dió un poco alto, un 5, y cuando la repetí, un par de meses más tarde, había subido ya a 7. Me hicieron una biopsia y el resultado fue un diagnóstico de cáncer de próstata. -¿No había tenido ningún síntoma con anterioridad? - No, no. Tenía 65 años y nunca antes había tenido ningún aviso de lo que me estaba pasando. Me salvé, sin duda, gracias a la revisión. Por eso, ahora, aconsejo a todos los que están en edades consideradas de riesgo que tomen esa precaución. La clave es que pueda darse un diagnóstico precoz. -¿Tuvo miedo? -Es imposible traducir los sentimientos de los primeros momentos cuando oyes la palabra cáncer. Lo primero que te pasa por la cabeza es que vas a morirte y, además, de muy mala manera. Curiosamente había dejado de fumar hacía escasamente un año. Después, te vas haciendo a la idea hasta que se acerca la hora de la operación. En ese momento, vuelves a pensar, ¿cuando me abran qué encontrarán?, dirán «qué suerte has tenido» o «era más de lo que creíamos». Finalmente, me armé de valor, y el 5 de agosto entré en el quirófano. Cuatro horas más tarde, todo había pasado. Me dijeron que había ido todo muy bien y tuve un postoperatorio fenomenal. He pasado ya dos revisiones y no tengo que volver a hacerlo hasta el 2004. -¿Se sintió apoyado? -De forma incondicional por toda mi familia y amigos. El día de la operación no permití que viniesen todos, por si me pasaba algo, pero todo ha ido muy bien.