Abundancia en la poesía leonesa del último año

Cantidad y calidad en la poesía leonesa. Es la conclusión del último resumen que José Enrique Martínez hacía sobre la producción poética en la provincia a lo largo del último año. Un ejercicio literario que, en lo que a poesía se refiere, el catedrático de la Universidad de León definía fundamentalmente como el año de Antonio Colinas. La obra del autor bañezano se vio incrementada con Tiempo y abismo , «un poemario excelente, propio de un poeta cuya cima es difícilmente alcanzable», según la propia definición del crítico, atrapado especialmente por la intensidad que infunde Colinas a la realidad y a la palabra. También publicó Colinas La hora interior, en la que «la poesía se utiliza como vía de conocimiento o medio distinto de interpretar la realidad, pero no tanto la realidad real como la que Colinas llama segunda realidad o realidad trascendida, en la que está el origen de muchos de los símbolos de su obra lírica». El 2002 contó también con La paloma coj a, en la que el incombustible Victoriano Crémer volvió a tratar del hombre acosado, pero capaz de hallar «nuevos motivos para vivir, para luchar». Entre la obra de los veteranos leoneses publicada el año pasado Martínez destaca la de Leónides Fresno, Luis López Álvarez, Bernardino Martín Hernando, Félix-Antonio García Díez e Isidoro Álvarez Sacristán. Antología final, Persecuciones, Quimeras y querencias, Herir al aire o Un lugar en Salarí son algunas de las obras publicadas el año pasado por este grupo de autores. Entre los autores no tan veteranos destaca la publicación de Cuaderno de África , sexto poemario de Carmen Busmayor; o La sombra de las palabras , de Amparo Carballo. También incluye el catedrático en este grupo a Manuel Ballesteros que publicó Los primeros aviso s, su cuarto libro, dedicado al recuerdo. La poetisa Ángeles Basanta también repitió publicación con Tan sólo un gesto , un libro en distintos tonos dividido en cuatro partes. Por su parte José Ramón Blanco vio en la calle su libro De Bangor a Delos. Poemas de los lagos . Luis Artigue hizo lo propio con Prohibido fijar carteles . Entre los que se adentraron por primera vez en la poesía están Isabel Urueña, Julia Barella y Ángela Guzmán; y cabe destacar la obra de personas como Esther Luscinda, Agustín García Alonso, Antonio Fernández y Morales,... El año pasado recibieron premios de poesía Eugenio de Nora, premio Castilla yLeón de las Letras; Crémer y Susana Barragués, como autores consagrado y novel, de la Academia de Castilla y León.