La familiaridad de Jaguar
Carrocerías familiares, motores diesel; ¿está seguro?, ¿hablamos de Jaguar? Pues sí. Tal parece que los tiempos hayan cambiado tanto como para que el Gran Gato se modifique tan drásticamente. Bueno, también quedan resquicios por los que colar l
Nuestro protagonista familiar atiende por el nombre de X-Type Wagon Diesel. También X-Type Wagon Gasolina. Para quienes piensen que la legendaria marca de Coventry pueda haber perdido alguno de sus nortes , apuntar que la tal realización no se aparta ni un ápice de los planteamientos que han hecho célebre al Gran Gato . Se diría -se dice de hecho- que podemos estar ante uno de los familiares más deportivos que pueda conducirse. Llegará al mercado español en marzo y su tarifa comienza en los 30.900 euros y alcanza hasta los 44.700 dependiendo, claro está, de motorizaciones y equipamientos. Hasta aquí la realidad... permítaseme continuar ahora con la ensoñación. Si el X-Type Wagon se puso de largo en un ya lejano septiembre, sobre las rutilantes moquetas de Francfort, otro tanto le sucedió al coupé R-D6. Aquí, ya hablamos de otra cosa. Hablamos aquí del espíritu en estado puro; por mucho que el tal R-D6 venga animado por un motor diesel (se trata de un V6 biturbo de 230 CV...) y que se trate de la primera incursión del Jaguar en el segmento de los coupés de tamaño medio. El R-D6, todavía en fase de prototipo, avanza los caminos por los que discurrirá la estética de Jaguar en los próximos años: parrilla inspirada en el S-Type aunque, sobre todo, en algunos de los más emblemáticos modelos que el fabricante lanzara a mediados de los treinta, en los años anteriores a la II Guerra Mundial. Eso sí, los faros poco tienen que ver con los de aquellos años; como tampoco los materiales que ahora se utilizan: aluminio y composite ; es decir, resistencia y ligereza. La consecuencia ha sido la realización de un coche que mide 4,33 metros de largo (3,4 centímetros menos que el más pequeño de Jaguar, el X-Type) y que sólo pesa 1.500 kilos. El fabricante sostiene que, para dar habitabilidad a las dos plazas traseras, no ha habido compromiso en cuanto se refiere a la altura (1,39 metros) y anchura (2,15 metros) del R-D6 que, dicho sea de paso, mide casi ocho centímetros menos que el inalcanzable coupé XK8. Claro que la auténtica revolución del R-D6 viene de la mano de su mecánica: un V6 biturbo multiválvulas (24) de 2.7 litros y algo más de 230 caballos, con alimentación por conducto común diesel de última generación, realizado conjuntamente con los franceses de PSA y que se inscribe, como el lector ya habrá adivinado, en el marco de las conjunciones tecnológicas entre Ford (propietaria de Jaguar) y PSA (Peugeot-Citroën). El grado de sofisticación diesel ha llegado a tanto, que el R-D6 es capaz de acelerar de cero a cien en menos de 6 segundos y de alcanzar una punta (autolimitada... ya se sabe) de 250 por hora. Por lo demás, y por aquello de la exclusividad dinámica y visual, el R-D6 monta un espectacular equipo de rodaje: llantas de 21 pulgadas, de aluminio macizo, y unos exclusivos Pirelli ultra-bajos de 255/30 en el tren delantero y 275/30 en el trasero.