Aumenta la recogida y gestión de aceites usados de automoción
Son residuos peligrosos por los efectos que pueden causar en el medio ambiente y la salud. Durante el año pasado se recogieron en Castilla y León 11.000 toneladas
El aceite usado procedente de la automoción y los procesos industriales está considerado como un residuo peligroso por los efectos que su depósito incontrolado o vertido pueden causar en el medio ambiente y la salud humana ya que contienen elementos nocivos como zinc, cloro, plomo, fenoles y fósforo. Por eso, la recogida selectiva en los talleres y empresas, y su posterior gestión, supone la reducción de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas; la protección del suelo frente a la pérdida de fertilidad; la eliminación de la contaminación atmosférica por la quema incontrolada, y el aprovechamiento energético del mismo, mediante su reciclaje. Según los datos que maneja la Consejería de Medio Ambiente, la recogida de este residuo ha experimentado un constante crecimiento durante los últimos cinco años al haberse pasado de 9.330 toneladas de 1998 a 10.989 durante el año 2002. La mayor concienciación por parte de los sectores del automóvil (especialmente los talleres), agrario e industrial ha favorecido esta tendencia alcista. Desde el Departamento regional se afirma que se está a punto de alcanzar el límite de recogida, situado en 14.000 toneladas. El resto, se pierde en malas prácticas ambientales como la reutilización incontrolada en el medio rural o los cambios de aceite realizados por los propios ciudadanos, con el consiguiente vertido. Tasas de reciclaje Por provincias, Valladolid se coloca en primer lugar al haber recogido el año pasado 1.720 toneladas de aceites usados de automoción, seguida de León, con 1.485, y Burgos, con 1.417. Las de Salamanca (1.039), Zamora (749), Palencia (699) y Segovia (689) ocupan una posición intermedia, mientras que la lista regional se cierra con las provincias de Ávila y Soria, en las que se recogieron 417 y 360 toneladas, respectivamente. Las 2.410 toneladas restantes proceden de las actividades industriales. Además del programa de recogida dirigido a los talleres, gran parte del aceite, procedente de la maquinaria agrícola se genera en el medio rural (en puntos muy dispersos geográficamente), por lo que para su recogida eficaz se hace necesaria una centralización en los llamados «puntos de recogida». Se trata de pequeñas instalaciones que constan de tres contenedores: uno especial, de 1.000 litros de capacidad y doble cubeta de seguridad para evitar derrames accidentales; otro para filtros de aceite de automóviles, y un tercero para los envases usados. Todo este equipamiento se sitúa sobre losetas de hormigón prefabricado que preservan el suelo de posibles derrames accidentales. En 1997, la Consejería de Medio Ambiente inició en la provincia de Palencia (108 puntos de recogida) un programa de recogida selectiva de aceites usados de automoción que se extendió posteriormente a las de Ávila (53), Burgos (48), Segovia (17) y Valladolid (31), llegando a recoger durante el pasado año 350 toneladas. Además, se contempla cubrir el resto de las provincias en función de las demandas de las entidades locales. Medio Ambiente se compromete a realizar el asesoramiento necesario para la adecuada gestión del aceite y a llevar a cabo una campaña divulgativa en la que colabora la Diputación Provincial, que se encarga, además, de la supervisión y control del estado de conservación de los «puntos de recogida». En la actualidad, son más de 250 los distribuidos en Castilla y León, lo que ha supuesto una inversión total que supera los 500.000 euros.